No es extraño que el pequeño hijo del astro argentino Lionel Messi se robe los focos de las cámaras en el estadio Camp Nou. La última fue este domingo, en el partido contra el Betis. El niño, de 3 años, quien estaba en las gradas con su padre y Luis Suárez viendo el juego, celebró un gol que finalmente no fue. El delantero uruguayo le ‘reclamó’ porqué celebraba si no había sido gol y, sin dudarlo, se burló del gracioso gesto de Mateo.