Día del Niño | La sangre llama: Mike Pozuelo lleva en sus venas el béisbol

Todo eso que escuchamos a diario sobre los deportistas profesionales, 'lo lleva en la sangre', 'pelotero desde la cuna', 'nació con bate y pelota' son reflejados en la vida de Mike Pozuelo, un niño de apenas 10 años que destaca entre la gran cantidad que practica el béisbol en los barrios de Montecristo y Barrio Abajo, en Barranquilla.

Estos dos sectores se caracterizan por el gran amor al béisbol, no por nada vieron nacer y criarse a Édgar Rentería. Se podría decir que era casi que un presagio que Mike fuera beisbolista.

Como casi siempre, todo comenzó con el padre, James Pozuelo. En Barrio Bajo jugó pelota desde niño, se convirtió en jugador amateur al punto de representar varias veces al Atlántico en torneos nacionales.

'Yo desde antes que nacieran decía: ‘Los hijos míos tienen que ser peloteros’. Es más, el cuarto de ellos ya estaba pintado y arreglado con temáticas de béisbol', confesó James, entre risas.

Agregó, con notable orgullo, que tanto Mike como su hermano empezaron a lanzar pelotas en la calle frente a su casa y dentro de ella. Los palos de escoba y las bolas de trapo o plástico se las llevaban a todos lados.

A los 4 años, Mike no quería seguir jugando en la calle, quería estar en una escuela. Fue cuando entró a la academia ‘Pirringo Linero’, una de las más conocidas de Barranquilla, a entrenar con Normando Linero.

Pasaron los años. Cuando Mike cumplió 8, según cuenta James, se dio cuenta que su hijo quería dedicarse al béisbol de lleno. 'A los 8 ya Mike estaba en la película. Hablé con Normando y me dijo ‘vamos a meterle mano’, porque ese pelao tiene futuro en este deporte', expresó.

El mismo Normando, ex jugador profesional y primer entrenador de Mike, describe al niño como 'un pelotero con mucho béisbol, muy hábil, corre bien las bases. Es un niño que está proyectado para ser uno de los prospectos del departamento y del país. Promete mucho, creemos mucho en él'.

Desde los 4 años no ha parado. Ya cuenta con tres participaciones con selección Atlántico. El último en este mes de abril, donde quedó como el mejor infielder del torneo, además de destacarse como uno de los mejores pitchers.

James, aunque asegura que en cualquier posición que juegue su hijo Mike estará contento, resalta que viéndolo jugar el campocorto lo siente cómodo.

'Me gusta cuando los demás representantes me dicen cosas buenas de él, me felicitan, hablan bonito de él, que hace las cosas bien', dijo James.

Mike no estuvo tan de acuerdo con la afirmación. 'Donde me pongan yo juego. Cuando no me ponen es que me pongo triste', dijo.

El menor de los hermanos Pozuelo siempre llega a contarle a su padre lo que hace en el campo. 'Hace poquito me llegó ‘papá la saqué del campo’. Me dice ‘no viste el turno que le saqué al pitcher’, o ‘hice una buena jugada’', contó James.

Mike acepta que su amor por el béisbol es de familia. 'Eso viene de la sangre', dijo. Agregó, en cuanto a la posición, que prefiere jugar campocorto o segunda base.

'Una vez estaba jugando con la selección Atlántico, un batazo entre dos y yo estaba en segunda. Hice un doble play. Me aplaudieron, todo el mundo se levantó. Gritaron', es una de las anécdotas de Mike.

Como todo niño, tiene ídolos, jugadores a seguir. Confesó que todos los días discute con su hermano mayor para que el papá le ponga videos en Youtube de Fernando Tartis, Javier Báez, Francisco Lindor, Ronald Acuña y José Altuve.

Sin embargo, Mike toma atención a lo que le dice su papá y sus entrenadores y se alegra cuando alguno les grita desde el banco 'esa es Mike, esa es'.

El estadio Once de Noviembre, ubicado justo detrás del Édgar Rentería, y construido para la práctica de béisbol menor, es el escenario donde Mike deslumbra a propios y extraños todos los fines de semana.

Allí, mientras Mike posaba para las fotos de EL HERALDO, muchos representantes coincidieron en que se merece llegar lejos por la disciplina que tiene y el gran talento que muestra.

'Mi sueño es llegar a Grandes Ligas', dijo Mike, añadiendo que le gusta estudiar e ir al colegio, pero que definitivamente el béisbol es su vida.

La meta de Mike es la de muchos niños en Barrio Abajo. Nació, vive y convive con el béisbol, alrededor de este deportes están sus sueños. Este 29 de abril, Día del Niño en Colombia, el de Mike se suma a tantas ilusiones de muchos niños deportistas que apenas empiezan sus carreras.