El rendimiento de Eudalio Arriaga en el fútbol fue como su caminar, con altas y bajas. El potente y ágil delantero, que nació con tres centímetros menos en su pierna derecha, protagonizó momentos históricos y gloriosos como el título de la selección Colombia de 2001 y la única participación en la Copa Confederaciones (2003).
Estuvo en nueve equipos, Envigado, Quindío, Junior, Barcelona (Ecuador), Puebla (México), Danubio (Uruguay), Atlético Bucaramanga, Universidad de San Martín (Perú) y Cúcuta, pero en el cuadro rojiblanco vivió tres ciclos (1999-2002, 2003 y 2006) en los cuales anotó 26 goles en 156 juegos, resultó subcampeón en dos ocasiones (2000 y 2003) y jugó dos Copas Libertadores (2000 y 2001).
¿Qué hay de la vida de Eulalio Arriaga?
Me encuentro en Medellín tratando de mover jugadores y estar al tanto de futbolistas del pueblo mío (Turbo, Antioquia). Estoy en el fútbol, que es lo que más me gusta.
¿Cómo asume este nuevo rol de representante de jugadores?
Es distinto. Ahora es tratar de tener buen ojo para recomendar buenos jugadores. Tratar de sacar lo mejor que hay de los jóvenes y buscarles un mejor futuro. Es complicado porque ahora todos quieren ser futbolistas profesionales y hay que decirles a muchos papás o a los mismos niños que uno no puede contar con ellos.
¿Las ganancias son similares a sus días de futbolista?
No es lo mismo porque esto es de tener muchos contactos y de tener amigos, pero uno no se puede quejar. La idea es tratar de recomendar buenos futbolistas, que son los que juegan y cobran buen sueldo.
¿Le hace falta el fútbol o no?
Sí, como todo. Se extraña, hace falta y por ahí sientes eso. Estoy con agradecido con Dios por los años que me dio de fútbol. Uno recuerda todas las cosas bonitas y también las malas. Mucha gente está equivocada con eso, el futbol te da momentos lindos y momentos amargos, da alegría y llanto.
Usted se retiró como a los 32 años. Pudo haber jugado más tiempo. ¿Qué pasó?
Uno en el fútbol no puede dar ventajas y eso fue lo que yo hice, cuando quise volver era tarde. Se decía que estaba muy gordo y tenía una vida muy desordenada, pero no era eso. En el momento no me salían equipos, estuve parado y no me preocupé mucho por eso. Después quise volver y no se pudo. Decidí tomar la decisión y dije: si mi Dios me da hasta aquí para jugar, así va a ser.
¿Qué recuerda de su paso por Junior?
Fue una etapa muy linda. Al principio no me adapté a la ciudad y al clima siendo yo de un pueblo caliente. Sufrí lesiones y, además, estaba ese fantasma que dejó 'El Gordo' Valenciano y que tiene todo delantero al llegar a Barranquilla. Era difícil, pero la gente sabía que yo no era un goleador. Después pude jugar y demostrar mis condiciones. Soy muy querido allá y la gente me lo demuestra cada vez que voy. Estoy agradecido con la ciudad. Tengo un hijo allá. Los recuerdos son los mejores aunque también hubo momentos malos, pero se puede decir que triunfé en Junior. Lo más lindo del fútbol son las amistades y los grandes amigos que yo tengo las dejé en Barranquilla.
¿Cuál fue su mejor momento con la rojiblanca?
Yo tuve varias etapas, pero creo que mi mejor momento fue con Dragan Miranovic (q.e.p.d.) porque tuvimos cerca la posibilidad de ser campeones. También con el profesor Peluffo. Teníamos el mejor equipo en ese año (2000), pero lastimosamente el título no se dio.
Fue subcampeón dos veces...
Sí, creo que el título fue lo único que me faltó. A pesar de todo fueron momentos felices, por eso viví casi doce años en Barranquilla. Cada vez que voy allá soy feliz.
Muchos hinchas recuerdan la imagen de usted llorando por la final perdida en Manizales en 2003…
Yo tenía mucha rabia por la expulsión de Martín Arzuaga. Cuando se acaba el primer tiempo iba a tener problemas con él, en ese momento estaba muy caliente y me cegué porque me pareció una irresponsabilidad hacerse sacar una roja tan infantil e inocente. En ese momento lo necesitamos porque el Once era muy duro. Después también vi cómo nos robaron cuando faltando un minuto nos hacen un penalti y no lo pitaron. En el fútbol se manejan muchas cosas y me sentí muy triste y decepcionado. Conocía de los antecedentes del árbitro (Henry Cervantes), pero son cosas con las que uno se queda. Sé muchas cosas, pero no quiero causar polémica.
¿Cuál era el antecedente de Henry Cervantes? Diga algo de lo que sabe…
Sabía de cosas de este árbitro que no son válidas en el fútbol. Yo le dije que era un vendido porque a él lo habían llevado a pitar una final en Ecuador y me había dado cuenta de ciertos comentarios. La jugada del penal a favor de Junior en Manizales era clarísima y no la pitó.
DRAGAN MIRANOVIC
¿Qué anécdotas recuerda de Dragan Miranovic?
Las mejores anécdotas que me dio el fútbol fueron con Dragan Miranovic. La gente lo criticaba por su forma de ser porque tenía un temperamento muy agresivo, pero los recuerdos son los mejores. Tenía una gran forma de entrenar y expresarse. Recuerdo que peleaba mucho con Orlando Ballesteros en los entrenamientos. Daba risa y era un caos diario. El 'profe' me decía: Arriaga tradúceme porque no lo entiendo al 'Fantasma'. Dragan lo regañaba y Orlando le pedía que lo respetara porque era un goleador de trayectoria. Miranovic le decía que dónde estaba ese goleador, que no lo conocía. Cuando se acababan los entrenamientos nos reventábamos de la risa, pero sin que se diera cuenta Miranovic. Una vez le dijo a Mario Macea que era muy aparatoso para jugar, que parecía protagonista de Matrix, la película. Miranovic regañaba por todo, pero los jugadores aprendimos mucho de él.
¿Qué más recuerda de Miranovic? En su segundo ciclo como DT del Junior no le fue tan bien…
Siempre tuvo buen trato con los jugadores, pero era muy exigente a la hora de entrenar. Fue un técnico que ayudó mucho a los jóvenes y se preocupaba por sus familias. No le importaba la prensa, pero los comentarios de 'Papi' Peña le dañaron sus pensamientos porque a 'Papi' sí le preocupaban los periodistas. Dragan cambió mucho su forma de entrenar y de ser y eso no le dejó seguir triunfando. Eso fue lo que lo 'mató' la segunda vez. En el fútbol la prensa te la cobra y a él se la cobraron por todo lo que era.
¿Es cierto que en las concentraciones dejaba tomar cerveza a los jugadores si ganaban el partido?
Miranovic nos dejaba tomar cuatro cervezas después de los partidos sin importar el marcador. Era un técnico europeo que te daba libertad de hacerlo. Miranovic decía: para que no se las tomen escondidos, prefiero dárselas yo. Pero dejaba tomar solo cuatro. En la cena ofrecía a los jugadores porque decía que teníamos derecho.
Una de las anécdotas de Miranovic cuenta que un día le dijo a Daniel Machacón: ha mejorado bastante… Ya no toma cerveza, solo Old Parr…
(Risas) Miranovic decía que nos iba a echar todos porque éramos unos borrachos. En sus momentos de broma siempre nos dejaba alguna anécdota. Casi siempre le decía eso a Machacón. A Rojano (Leonardo), cuando se acababa los entrenamientos, le decía: ya te puedes ir a tomar cervezas con tu amigo Perea (Édgar).
¿Cree que usted llegó hasta donde debía llegar?
En la final que perdimos en Manizales, Miranovic me preguntó por qué con el fútbol que yo tenía no estaba en Europa. Siempre he pensado que no tuve un buen empresario. Cada vez que veo a Peluffo le digo que por él no fui a Europa. En esa época tuve muchas oportunidades de llegar al fútbol argentino, que era el trampolín para llegar a Europa, pero no me dejaron ir. Es un técnico al que le tengo un gran cariño y mi amor hacia los técnicos está dividido entre él y Dragan. Peluffo confiaba ciegamente en mí. De todas formas, hasta donde pude jugar me siento orgulloso.
¿La indisciplina obstaculizó una aspiración mayor?
El día que necesitaba salir, salía, el día que quería tomar, lo hacía. Pero no era el más desordenado ni un jugador daña grupo. Antes de un partido siempre estaba 100% concentrado, pero luego de los partidos sacaba tiempo para mi vida privada. La gente cree que somos robots y se olvidan de que somos personas. Nunca falté el respeto a un equipo, si iba a jugar el domingo yo no salía a tomar el sábado. En México, con el técnico Mario Carillo, hacíamos asados cada 15 días y eran de amanecida con trago. Yo me quedaba sorprendido porque allá era normal. A veces tu pareja quiere ir a una discoteca y uno debe aprovechar los espacios libres con su familia.
¿Cuál fue su mejor socio en el fútbol?
Con muchos, pero con el jugador que más me entendí fue con Marquinho, con quien jugué en Envigado, Quindío y Junior, pero tuve muchos compañeros excelentes. Tuve la fortuna de jugar con Valenciano, que era impresionante como definía. También con 'Pachequito', que era muy inteligente para jugar, y con Giovanni Hernández en su mejor momento en la Selección.
¿El mejor técnico que tuvo?
-Primero Dragan Miranovic y después Norberto Peluffo.
¿El peor técnico que lo dirigió?
(Risas)… Como dicen por ahí: técnico malo es el que no lo pone a jugar a uno. Nunca entendí la forma de dirigir del 'Indio' Solari (en el Barcelona de Ecuador). Si el técnico no hace fútbol en tres meses, no sé cuándo uno va a jugar y a coger ritmo futbolístico.
'El Zurdo' López es quien lo trae al Junior en 1999 y luego lo saca a comienzos de 2007…
A mí me lleva 'El Zurdo' y no sé si me saca él o los dueños porque yo ya no tenía convenio con el equipo. Ya yo pertenecía prácticamente a los directivos del Puebla.
¿Qué piensa del 'Zurdo' López como DT?
Si le preguntas a alguien en Barranquilla te va a hablar mal de Miguel, pero yo estoy muy agradecido con él porque fue el técnico que me pidió para Junior. Miguel mira el fútbol de otra manera. Es un técnico al que le gusta ganar, pero primero le gusta poner a ganar al jugador.
¿Una anécdota con el ´Zurdo López?
Me acuerdo que cuando yo no jugaba mucho, me mantenía lesionado, le expresé que estaba aburrido porque decían que yo salía con Valenciano a las discotecas y me la pasaba tomando. Le dije que no salía ni a la esquina y 'El Zurdo' me dijo: sí, morenito, está bien, pero no te tomes una cerveza más que te estás matando.
Junior le cambió la vida…
Sí, porque antes había estado en unos equipos chicos como Envigado y Quindío. Me acuerdo yo que estaba muy joven y en mi primer entrenamiento en Junior ya estaba codeándome con jugadores tan grandes como Pazo, Cassiani, Pacheco, Valenciano, Bolaño, me di cuenta que estaba en un equipo grande.
¿Es difícil triunfar en Junior?
Pienso que Barranquilla es la plaza más difícil para jugar en Colombia. Junior es una presión diaria, al barranquillero le gusta que los jugadores den el 100%, vas ganando 5-0 y te pide más goles. Nunca está conforme. Es una pasión que tienen por su equipo y eso es bueno. Por muy bien que vayas nunca te van a quitar el 'maleta'. Cuando te pones esa camiseta todo el mundo te mira con otros ojos. En Barranquilla dicen: el paquetón ese está jugando bien, la maleta está respondiendo. Vi grandes jugadores llegar a Junior y no pudieron, no se amañaron.
¿Cómo ve al Junior actual?
Junior tiene buen equipo y grandes jugadores, pero pienso que tienen que convencerse más de la clase de idea que tiene Alexis Mendoza. Es un técnico que le gusta atacar y el jugador cuando el técnico es así se tiene que convencer. Pienso que la idea de Alexis es que si a él le hacen cinco goles, él tiene que hacer seis. Ojala tengan un excelente torneo y puedan llegar a la final.
SELECCIÓN COLOMBIA
¿Cómo le fue en su etapa con la Selección Colombia?
Tuve la posibilidad de ser convocado durante cuatro años. Jugué la Copa América, la Copa Confederaciones, como seis partidos de Eliminatoria y dos amistosos. Lo único malo fue que nunca pude ser titular. Yo le decía a Francisco Maturana que la gente se acostumbró a que yo entrara en el segundo tiempo. 'Pacho' me decía que esperaba que se cansara el otro equipo para que yo rematara. Yo no comparto eso en el fútbol.
Maravilloso el título de la copa América…
Hasta ahora es algo incomparable lo que nosotros hicimos. Después del título, cuando yo llegué a Barranquilla, no podía salir a la calle. Lo de nosotros fue histórico porque ganamos invictos, tuvimos el goleador y la valla menos vencida, es algo difícil de hacer.
Algunos le restan méritos al título porque no vino Argentina…
Si hubiera venido Argentina no cambia nada porque nosotros estábamos muy bien. El apoyo de la gente nos dio mucha fuerza.
En esa Copa América anotó un golazo ante Chile, en el Metropolitano, ¿es el mejor gol de su carrera?
Sí porque fue un gol en una Copa América, pero yo recuerdo un gol que le hice al Medellín en el Atanasio.
¿Cómo ve a Colombia para este Copa América?
Colombia está muy fuerte, con muy buenos jugadores. La Selección es un equipo europeo, casi todos juegan allá y tienen las costumbres de allá, la alimentación y la forma de descansar, algo que ahora es fundamental. Cuando uno es jugador, no lo ve y cree que se lo dicen por molestar, no por bien. Cuando era jugador prefería ir a un centro comercial que ir a mi casa a descansar.