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Yevhen Seleznyov, como en el choque de ida de las semifinales de la Liga Europa, se convirtió en el verdugo del Nápoles de Rafa Benítez, que perdió 1-0 con un tanto del jugador del Dnipro, equipo ucraniano al que se enfrentará el Sevilla en la final de Varsovia, el próximo 27 de mayo.

El nombre de Seleznyov será muy recordado por Italia en los próximos años. Un jugador que comenzó siendo suplente en el choque de ida, que salió al campo de San Paolo para marcar en diez minutos un tanto y que repitió una semana después, no será fácil de quitarle de la lista de ogros del Nápoles.

El resultado de ida, 1-1 con un gol cuando el partido agonizaba en claro fuera de juego de Yevhen Seleznyov, invitaba al optimismo para lograr la gesta. Pero también creaba buenas expectativas el mal momento del Nápoles, que llegó a la cita muy enfadado y despistado por esa jugada y con un empate a dos goles ante el Parma el fin de semana anterior. El Nápoles dominó el balón, casi no dispuso de oportunidades y cuando las tuvo chocó con Boyko y el Dnipro, encerrado, esperaba un zarpazo que, de nuevo, como en San Paolo, lo volvió a protagonizar Seleznyov con un remate de cabeza en el minuto 58 que trajo la locura al NSK Olimpiyskyi de Kiev.

El tanto del Dnipro condujo a la gran final de Varsovia al club ucraniano. Nadie lo hubiera imaginado hace meses, cuando comenzó la competición.