A propósito del reciente anuncio de un mejorado Acuerdo de Paz entre Gobierno y las Farc, el tema de vías terciarias en la era del posconflicto adquiere mucha importancia. Para situarnos mejor en el tema que nos ocupa, es importante mencionar que el artículo 1º de la Ley 1228 de 2008 establece la categorización de las vías que conforman el Sistema Integral Nacional de Información de Carreteras (SINC) en tres grupos: vías arteriales o de primer orden, vías intermunicipales o de segundo orden, y vías veredales o de tercer orden, en adelante vías terciarias.  Estas últimas tienen la funcionalidad de comunicar una cabecera municipal con una o varias veredas, o varias veredas entre sí. Su red está compuesta por un poco más de 140.000 km, de los cuales el 24% está hecho en tierra; el 70%, en afirmado, y solo el 6% restante está pavimentado. Al sumar las redes secundarias y terciarias tenemos nada menos que el 90% del total de vías del país.

Teniendo en cuenta que el conflicto armado se agudizó en las zonas más aisladas y apartadas del territorio nacional, la construcción y el mejoramiento de vías terciarias será determinante para la consolidación de la paz en estos territorios.  Una mayor y mejor conectividad entre cabeceras y veredas en los departamentos más afectados busca integrar el territorio, reactivar actividades económicas legales en el campo, disminuir costos de producción, conectar los centros productivos a los de consumo, aumentar el acceso a servicios públicos, promover la generación de empleo y también reducir la pobreza.

En abril de este año se aprobó el Documento Conpes 3857, donde se definió la política pública para la gestión de la red terciaria, a través de la cual se busca que los 1.102 municipios del país puedan agilizar la construcción de las vías que ayuden a promover el desarrollo en cada región. Esta nueva política se convierte entonces en la herramienta para que durante el postconflicto, el sector de construcción de obras civiles contribuya a la consolidación de una nación en paz.  

Así las cosas, el anuncio del director del DNP, Simón Gaviria, en el sentido de que para los próximos 20 años se deberán invertir 48 billones de pesos en la transformación de la red vial terciaria no es solo alentador, sino también muy oportuno. Y la aprobación del Conpes 3857 se convierte en la vía para poder materializar esta aspiración del Gobierno Nacional con miras a lograr un territorio más conectado, integrado y en paz. El reto acá es asegurar los recursos y lograr una eficaz ejecución con el concurso de los alcaldes y gobernadores de las diferentes regiones. Así mismo, con la implementación de un presupuesto participativo, donde la comunidad esté involucrada en la toma de decisiones, no solo se trata de un proceso de construcción de vías e infraestructura en general, sino también una posibilidad de construir confianza con las comunidades beneficiarias que habitan estos territorios.

*Director Ejecutivo CCI - Norte

crosado@infraestructura.org.co