Que el país se encuentre nuevamente en el mismo lugar de siempre, enemistado y polarizado entre la izquierda y la derecha, es responsabilidad de una francocolombiana que fue llamada a mediar y que terminó acabando con un proyecto de centro que habría salvado al país de seguir en discusiones ideológicas del siglo pasado. Ingrid Betancourt, quien fue llamada por el centro, particularmente por Angélica Lozano y Claudia López, logró entorpecer un proceso que buscaba unidad en el país, una oportunidad de buscar un camino conjunto hacia el desarrollo, superando la falsa idea que el único camino posible para Colombia es elegir entre dos extremos.

Betancourt se empeñó en atacar al candidato Alejandro Gaviria, en detrimento no solo de él, sino de una coalición que necesitaba unidad y no una mediadora que entrara a debilitar el proyecto que le fue confiado. No se puede reprochar de su parte que haya estado en contra de alianzas a nivel interno de la coalición, pero sí que haya desconocido su papel estratégico para evitar que esto generara un caos que terminaría representándose en las votaciones que recibió la Coalición Centro Esperanza en las pasadas consultas interpartidistas; una votación en la que habrían podido tener un mejor desempeño si su propuesta de valor no se hubiera visto eclipsada por el manejo que le dieron a sus diferencias internas.

La cereza en el pastel del debilitamiento del centro fue la candidatura de Ingrid Betancourt, que pasó de ser mediadora, a ser la figura disruptiva para ahora ser quien le reste votos a Sergio Fajardo, todo porque primero debe ir ella antes que el interés de un país con una opción única y fuerte de centro. De ninguna forma se cuestiona su derecho legítimo a ser candidata, lo que genera descontento es la forma destructiva en la que ha llegado a hacerlo, restándole posibilidades al centro de llegar a la presidencia y sin ninguna agenda programática sólida que lleve a considerar que su candidatura tiene vida propia o un halo de seriedad en sus intenciones electorales.

Aunque todavía no se conoce la intención de voto de los colombianos de cara a la primera vuelta, está claro que quienes puntearán en las encuestas después de las pasadas consultas serán Federico Gutiérrez y Gustavo Petro, que representaron electoralmente las mayorías del país y cuyos resultados favorables en las elecciones del domingo serán determinantes para orientar el voto de los ciudadanos.

Lo que Betancourt ha minado, Fajardo está intentando reconstruirlo con los nuevos nombramientos de su campaña que envían un mensaje de unidad. Esperemos que ella, a pesar de sus recientes conductas, abandone los personalismos y piense primero en Colombia.

@tatidangond