El Instituto Colombiano del Petróleo (ICP) es una entidad con 39 años de historia y un pilar de la innovación tecnológica en Colombia que se sobresale por sus impresionantes cifras: cerca de 266 doctores graduados de las mejores universidades del mundo, 1100 empleados, y ha generado casi 100 patentes en los últimos años. Su sede, de 30 hectáreas en Piedecuesta, Santander, alberga 34 plantas piloto y 29 laboratorios, lo que la ha consolidado como referente en investigación y desarrollo en el país.

La preocupación por su posible cierre era latente ante el creciente fortalecimiento de la refinería de Cartagena. Sin embargo, recientemente Ecopetrol anunció que no solo no cerrarán el ICP, sino que lo convertirán en el Centro de Innovación y Tecnología - ICP. Ahora será conocido como el Instituto Colombiano del Petróleo y Energías de la Transición (ICPET), con la misión de impulsar la transición energética en el país.

Este anuncio incluye una inversión de 800 mil millones de pesos para fortalecer su infraestructura tecnológica. Además, se lanzará un nuevo laboratorio para mezclar hidrógeno y gas natural, con el objetivo de reducir emisiones en el consumo doméstico.

Fortalecer y potenciar este Instituto representa un paso crucial para Colombia en el camino hacia la transición energética. La única forma de hacer realidad la narrativa es a través de la investigación científica de altísimo nivel, el desarrollo tecnológico y la búsqueda de eficiencias en la producción de hidrocarburos en el país utilizando tecnologías de punta para apalancar proyectos de hidrógeno, energías renovables, geotermia, soluciones de bajas emisiones y biocombustibles, entre otros.

Como parte del compromiso del Instituto con las energías de bajas emisiones, se pondrá en funcionamiento un nuevo laboratorio, donde se tiene previsto mezclar el hidrógeno y el gas natural para generar un combustible que reduzca las emisiones de carbono, mitigue los efectos del cambio climático y se pueda transportar a través de la infraestructura domiciliaria de gas.

Además, en los próximos años, se construirá un área multifuncional con tres plantas piloto para impulsar iniciativas de captura de carbono, producción de combustibles sintéticos, transformación térmica de biomasa y reciclaje químico de plásticos y otros residuos para producir energía de bajas emisiones.

Sin lugar a dudas, la decisión de promover la transición energética a través del ICPET es un gran acierto para Colombia, demostrando el potencial del talento humano y las capacidades tecnológicas del país.

Es el momento perfecto para que el Instituto ejecute sus propósitos en alianza entre el sector público y privado. Conocemos sus capacidades institucionales, pero también sabemos los esfuerzos y avances que han hecho varias empresas del sector privado, dispuestas a sumar esfuerzos frente a la transición energética para avanzar juntos hacia un futuro energético más sostenible y competitivo a nivel global.

*Especialista en Derecho Urbano y maestria en Gestión Urbanística