Con el aire de optimismo que recorre el país y la región luego de las elecciones locales, vale la pena retomar una reflexión sobre lo que viene para el desarrollo económico de Barranquilla y el Atlántico. Nuestra ciudad y departamento llevan trabajando de la mano desde hace 16 años sobre tres apuestas productivas que demuestran una potente visión estratégica de largo plazo de nuestros gobernantes.

La primera está relacionada con las energías renovables y la transición energética y se ve reflejada en las grandes granjas solares que se están construyendo, en los descubrimientos ya confirmados de gas costa afuera y aquellos en exploración, en los proyectos de energía eólica, y finalmente el esfuerzo por crear un hub para el hidrógeno verde.

La segunda está conectada con el nearshoring y la industria con vocación exportadora, donde hemos visto el crecimiento acelerado de grandes empresas locales y la llegada de inversión extranjera a zonas francas y al sector logístico y portuario. Al mismo tiempo, el fenómeno de relocalización manufacturera desde Asia a Latinoamérica pasó de ser un sueño ilusorio a una realidad fehaciente, acelerado por la pandemia.

Finalmente, gracias a las importantes inversiones en espacios públicos como el Gran Malecón y la Ciénaga de Mallorquin, sumado a proyectos como el Centro de Eventos Puerta de Oro y las inversiones del sector privado en hotelería y gastronomía, el turismo ha venido creciendo y se espera que avance impulsado por eventos como el Carnaval, las Eliminatorias y la continua llegada de ferias y conferencias de alto nivel.

Sin duda es necesario seguir impulsando estos tres sectores, jalonadores del crecimiento económico local, complementarios entre si, y que todavía requieren esfuerzos de largo aliento. Aun así, hace falta la cuarta pata de la mesa, que represente una visión audaz y hacia el futuro, tal y como lo fueron en su momento las tres ya mencionadas que hoy rinden sus frutos. En mi opinión esta debe ser una apuesta por los emprendimientos de base tecnológica, que nacen para crecer rápido, exportan servicios, traen capital extranjero, sofistican el tejido productivo y se apalancan sobre un territorio bilingüe. Una política pública que incentive el nacimiento, llegada y permanencia de startups, puede ser un gran punto de partida.

Coletilla: sobre el ecosistema de tecnología se hablará en el evento Venture Capital & Startups Ecosystem en Colombia, organizado por la Cámara de Comercio de Barranquilla, el Comité Intergremial del Atlántico y Storm Capital (del cual su columnista es Director) este próximo jueves 9 de noviembre.