El Heraldo
Opinión

Los simios del cambio II

Los combustibles fósiles cambiaron para bien el balance energético de la humanidad (*). Tienen también origen solar, pues resultan de depósitos vegetales sepultados durante millones de años a altas temperaturas y presiones y equivalen a tener unas baterías planetarias, pero no son renovables por su lentísima velocidad de “recarga”. La primera fase de “la gran transición” fue hacia el carbón mineral.

Vimos en la columna anterior como la evolución que condujo hasta nuestra especie fue estimulada por docenas de cambios climáticos extremos en los últimos millones de años y que la temperatura templada y la estabilidad del clima en los últimos 10 mil años nos permitió migrar a la agricultura, construir ciudades y ver surgir civilizaciones. Empero, la población y el bienestar seguían casi estancados. Hasta hace 300 años la fuente de energía era la luz solar directa, manifestada en la fuerza de los vientos, los ciclos del agua y la fotosíntesis de las plantas que producen alimento a personas y animales y leña para el fuego. 

Los combustibles fósiles cambiaron para bien el balance energético de la humanidad (*). Tienen también origen solar, pues resultan de depósitos vegetales sepultados durante millones de años a altas temperaturas y presiones y equivalen a tener unas baterías planetarias, pero no son renovables por su lentísima velocidad de “recarga”. La primera fase de “la gran transición” fue hacia el carbón mineral. El uso de éste superó al del carbón de leña en Gran Bretaña a mediados del siglo 17, en Francia y Estados Unidos a mediados del 19 y en Japón poco después; siempre en sincronía con su despegue económico. El motor a vapor que amplificó la potencia para mover barcos, ferrocarriles e industrias estimuló ese cambio. 

El motor de combustión interna impulsó la segunda fase de esa transición, hacia el petróleo. La densidad energética de éste es casi el doble de la del carbón y sus líquidos refinados son muy fáciles de transportar. El siglo XX despuntó con el asombroso chorro de Spindletop en Texas, que arrojaba 100 mil barriles diarios. Rusia y Canadá ya producían, México, Irán y Venezuela se sumaron pronto a la oferta. La masificación del automóvil, las turbinas a gas, los fertilizantes y otros derivados del petróleo aceleraron el progreso material de un porcentaje cada vez mayor de la población mundial, que saltó de 600 millones en el año 1.700 a 7.000 millones en el 2.000.

La última fase de la transición fue el uso de combustibles fósiles para generar electricidad, una forma de energía versátil y limpia en su sitio de uso. Edison cumplió su sueño de “producir una bombilla tan barata que los candelabros quedarán para los ricos”. Otras innovaciones contribuyeron a su eficiencia y confiabilidad y consolidar esta civilización de alta intensidad energética. Pero nada es gratis, la combustión despide CO2, un gas de efecto invernadero cuya presencia en la atmósfera se ha incrementado en los últimos dos siglos, contribuyendo a un leve calentamiento del planeta y implicándonos en ese cambio en el clima. Energización, bienestar material, crecimiento demográfico y afectación del clima son pues aristas del mismo proceso. Desacoplar esa última arista del resto es el nuevo reto para los simios supervivientes de mayores cambios anteriores. No hay obstáculos insalvables para lograrlo haciendo sostenibles los logros.

(*) Para los datos de esta columna ver “Energy and Civilization” de Vaclav Smil

rsilver2@aol.com

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp

Más Columnas de Opinión

El Heraldo
Javier Castell Lopez

Junior, Dim y la final

El Junior necesitará, primero, mejorar colectivamente en su juego y, luego, que Bacca esculque en su memoria goleadora y encuentre algunas de sus mejores definiciones y la forma de replicarlas. Así fue el último párrafo de esta columna escrita

Leer
El Heraldo
Indalecio Dangond

Corte de cuentas

En el año 2014, el expresidente Juan Manuel Santos, le giró un cheque de 200 mil millones al Dane para que realizara un Censo Nacional Agropecuario, con el fin de conocer el estado real del campo colombiano. El último que se había hecho fue en

Leer
Ver más Columnas de Opinión
DETECTAMOS QUE TIENES UN BLOQUEADOR DE ANUNCIOS ACTIVADO
La publicidad nos ayuda a generar un contenido de alta calidad
No quiero apoyar el contenido de calidad
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.