El hecho generador de un impuesto debe tener una relación de causalidad como fundamento jurídico. En el caso del alumbrado público en la región Caribe los hechos generadores del ese impuesto se han convertido en una caja de Pandora. La imaginación es el límite. Para el municipio de Barrancas un hecho generador es ser una minera de carbón, un peñón dirigido al Cerrejón, haciendo caso omiso de que esas empresas tienen iluminación propia en todas sus instalaciones.
Nada que ver para encajarles ese impuesto. Para el municipio de Piojó es pasar un gasoducto por su territorio, una roca arrojada contra Promigas o Gases del Caribe, haciendo caso omiso de que los tubos enterrados no reciben ni un lumen de bombillo alguno. Nada que ver para dispararles esa obligación. Para el municipio de Soledad es ser generador de energía, un perdigón colosal contra Tebsa, la más grande generadora térmica del país que ilumina por seguridad y por su cuenta el entorno. Fácil atinarle pero nada que ver.
En Barranquilla resulta más disperso pero no menos injusto, pues se cobra en proporción con los consumos de energía. Una vez más, infundado motivo para tener que iluminar el entorno de muchos otros. Un taller de metalmecánica y soldadura intensivo en energía paga varias veces lo que un taller de ebanistería no tan intensivo, aun teniendo menos empleados, ingresos y espacio. Las industrias salen muy castigadas frente a otros sectores. Restaurantes, grandes almacenes y hoteles, pierden competitividad frente a los del interior del país que no usan aire acondicionado. Un hecho generador razonable podría ser una combinación del tamaño, los metros de frente a la calle y el avalúo de un predio, en un algoritmo más sofisticado que el actual, título de esta columna.
Siempre he abogado por una mayor fortaleza y autonomía fiscal de los territorios y más si hay gobiernos nacionales con cara de pocos amigos. Sin embargo, en el caso del alumbrado público el congreso debe unificar un hecho generador creíble e indicar un rango de tarifas y cada municipio que decida cuánto cobra. ¡Ah! Y utilicemos un vehículo de recaudo de impuestos diferente a “la cuenta de la luz”. Flaco servicio prestamos a la solución del problema regional de la energía eléctrica cogiéndola de arbolito de navidad para colgarle éste y otros impuestos. Es una ley elemental de economía que a medida que sube el costo de cualquier cosa hay menos individuos capaces o dispuestos a pagarla. Que sus corazones iluminen sus hogares en estas navidades.
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