Uno de los aspectos que relució fue el científico, el más urgente e importante, demostró que la investigación en materia médica avanza de forma asombrosa: en 6 meses lograron varias vacunas. En las consecuencias sanitarias, hasta los países más pobres tuvieron la posibilidad de prosperar, al menos, en unidades de cuidados intensivos (UCI), estrategia que sirvió para disminuir los fallecimientos. El psicológico dejó secuelas: ¿La mente de los afectados por el virus, sus familiares o vecinos, sufrirán trastornos? ¿Fuimos sensatos al momento de tomar decisiones durante cada una de las etapas de la crisis del coronavirus?
Muchas preguntas que nos hacemos, haremos, de forma permanente sobre el futuro individual o de nuestro entorno en los próximos años. Pero una de las experiencias que más me llamó la atención fue las ventajas o desventajas de insistir con las mismas respuestas a las mismas preguntas que como seres humanos o sociedad nos hicimos para salir del peligroso virus. Todos conocemos experiencias de médicos que con tan solo tomar la temperatura diagnostican la enfermedad. Para unos tienen “ojo clínico” para otros están propagando más enfermedades, por no profundizar en la consulta. En muchas ocasiones lo frecuente nos envilece y automatiza nuestra forma de pensar y de ver la vida.
Algunos conocen las historias tan diferentes de como alcanzaron el triunfo deportistas de la talla de Tiger Woods y Roger Federer. El primero, desde antes de cumplir tres años su padre lo enfocó en golpear de forma permanente una pelota con un palo de golf, el segundo probó con muchos disciplinas, hasta que escogió el tenis, del que en algún momento también denigró. Al final cada uno en su oficio ha sido el mejor. Sin embargo cuando alguien conoce más allá de propia profesión y se presenta un momento crítico se puede ajustar de mejor manera a los cambios imprevistos. La repetición no desarrolla una óptima comprensión. ¿ Quién iba a pensar que de febrero a marzo más de 4 mil millones de terrícolas tuvieron que parar su cotidianidad de ser nómadas a ser sedentarios, sin aviso previo ni preparación alguna? Los suecos fracasaron, los gringos también.
En otras palabras lo que veníamos concibiendo como fórmula asertiva para sobrevivir, mostró sus inconscientes debilidades. Una nación como Suecia con el mejor nivel de vida del planeta, escogió el peor rumbo y Estados Unidos, el país más poderoso de occidente, que en enero de 2020 registró los índices de crecimiento ( su receta exitosa) más altos desde la presidencia de Donald Trump, desde abril del mismo año tuvo que girar mesadas a sus millones de habitantes para que pudieran subsistir encerrados en sus casas.
De vez en cuando es más fácil pertenecer a países que sobreviven gracias a las crisis permanentes, donde lo habitual no es sinónimo de estabilidad, pero lo realmente asombroso es que algunos quieran volvernos cotidianos.
@pedroviverost