A pesar de los embates que históricamente ha sufrido la universidad pública en nuestro país, la Universidad del Atlántico ha sido ejemplo de supervivencia institucional, permanencia y pertinencia, siendo sus más caros compromisos: juventud, academia, investigación y extensión, para desarrollo de la judicatura en la región y el país.
Han pasado 65 años desde aquel 28 de noviembre de 1955, cuando el Consejo Administrativo Departamental de la Gobernación del Atlántico, expide la Ordenanza No.11 creando la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Atlántico, como respuesta a la gestión de su rector de la época, Dr. Santiago Zúñiga.
Aquella fecha marcaría el inicio de una inagotable cantera de formación profesional de abogados de excelencia, bajo la dirección de su primer decano Doctor Rodrigo Noguera Barreneche.
Hoy el Programa de Derecho ofrece entre otros posgrados: Especialización en Derecho Laboral y Seguridad Social, Maestría en Protección Social y Maestría Investigación, y, construye permanentemente conocimiento desde su Centro de Investigaciones Sociojurídicas “Luis Eduardo Nieto Arteta”.
En el marco de la celebración de los 65 años de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad del Atlántico, liderada por su actual decana Cristina Montalvo Velásquez, se exaltaron a sus más connotados egresados y docentes, quienes expresaron algunas palabras en el acto central de conmemoración, máximas que pasaran a la historia por su profundo calado afectivo, fueron ellos:
El profesor Ricardo Bernal Venegas egresado, ex decano y docente de la Facultad de Derecho durante 43 años, expresó que para él, “después del amor de su señora madre, no tiene duda que, lo más amado es la Universidad del Atlántico”.
Para Renato De Silvestri Saade, “lo más relevante de la Facultad de Derecho es formar excelentes abogados pero sobre todo mejores seres humanos”, ha sido docente por 40 años, llegando a ser también decano del programa.
La profesora Mariela Vargas Prent ha estado vinculada a la Facultad de Derecho por 40 años, ejerciendo la actividad docente, no vacila en afirmar: “el título más grande que he recibido es el de “profesor”, el honor más inmenso para una persona”, así lo expresó en sus palabras de agradecimiento.
Rafael Osorio Peña, catalogado como “profesor de profesores”, durante 40 años ha tenido un vínculo directo con las aulas de la Facultad de Derecho, considera que “el conocimiento es lo que hace la diferencia para afrontar los retos de la vida”.
Hugo Castilla de la Peña cuenta con 40 años de docencia en la Facultad de Ciencias Jurídica, señala que “el abogado es el profesional que debe sobresalir por su servicio ético a la comunidad”.
Estos cinco titanes educadores de la Ciencia del Derecho, coinciden en afirmar que la fortaleza de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad del Atlántico, consiste en la formación integral y ética de sus abogados, egresados que tienen el más alto nivel de ocupación en el campo laboral, precisamente por ser profesionales caracterizados por su solidez conceptual jurídica.
Muchos son los abogados egresados en los 65 años de la Facultad de Ciencias Jurídicas, quienes ocupan con lujo de competencia cargos en la administración de justicia. En representación de todos ellos, fueron reconocidos: Luis Eduardo Cerra Jiménez, Magistrado del Tribunal Contencioso Administrativo del Atlántico y Jairo Saade Urueta, Magistrado del Consejo de la Judicatura del Magdalena.
Esta celebración llena de nostalgia, me llevó a meditar con relación a la situación actual del país. No hay duda que la judicatura ha sacado la cara dentro de la debacle en que nos encontramos. En la maltrecha democracia colombiana el Poder Judicial con sus decisiones, siempre ha ejercido el balance y freno entre los poderes ejecutivo y legislativo. Sin embargo, en torno a la administración de justicia colombiana se ciernen toda suerte de ataques, una deuda histórica prestacional y condiciones laborales adversas.
Frente a ello, la academia y el estudio del derecho, emergen con el objeto de hacer una realidad material el Estado Social de Derecho, para que se traspase la mera formalidad de la norma, siendo indispensable el abogado, sea operador o litigante, en cualquier rol idefectiblemente es necesario para que la haya justicia que la sociedad reclama.
Precisamente éste es el valor incalculable de los 65 años de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad del Atlántico, han sido 13 lustros de formación de abogados, de los cuales los profesores galardonados han invertido loablemente más de 40 años de sus vidas, construyendo el conocimiento jurídico de profesionales del derecho comprometidos con la justicia del sistema democrático en el que vivimos.
Recuerdo cuando con una maleta llena de ilusiones ingresé, por el pórtico de la emblemática sede de nuestra alma mater sobre la carrera 43, era mi primer día de clases, transcurría el año 1983. En mi formación de abogado tuve la fortuna de haber tenido el privilegio de beber de las fuentes del conocimiento de los 5 profesores merecidamente galardonados en esta celebración, doctores: Bernal, De Silvestri, Vargas, Osorio y Castilla, verdaderos iconos sin duda de la enseñanza del Derecho en Colombia.
Ayer como hoy, muchos jóvenes como yo con su morral de sueños a cuestas, traspasan el portal de la sede del corredor universitario, anhelando encontrar en la Facultad de Ciencias Jurídicas, el conocimiento del derecho pero sobre todo ansiosos por ser moldeados por sus insignes docentes, para ser mejores seres humanos, personas y ciudadanos comprometidos con la justicia.
Felicitaciones a todos los que forjaron estos primeros 65 años de formación de abogados en nuestra querida Universidad del Atlántico.