La política pública contra la propagación del coronavirus es competencia del Estado, lo digo porque todas las buenas intenciones gubernamentales de los entes territoriales, no pasan de ser solo buenas intenciones.

Una política contra el coronavirus debe ser nacional, emanada del alto gobierno, liderada por el Presidente de la República, el Ministerio de Salud y estar articulada con todas las instituciones públicas, privadas y con la sociedad civil organizada, conscientemente apercibida de que el control de la pandemia es responsabilidad de todos.

Las medidas adoptadas, sin ser alarmista, hasta el momento son medianamente adecuadas, hay que ser tan agresivos en las medidas de protección de la población, tal como ha sido devastador el virus con la humanidad.

Por ello, la política debe tratar de anticipar el peor de los escenarios previsibles, esto es el colapso de la infraestructura básica de salud. Siendo así las cosas propongo:

1.- Montaje de hospitales de campaña en cada capital, y, ciudad intermedia, con más de 100 mil habitantes, dotados de unidades de cuidados intermedios e intensivos. Debido a la baja ocupación hotelera y restricción de espectáculos masivos, contratar habitaciones para tal fin, con: centros hoteleros, recreacionales escenarios, coliseos y estadios.

2.- Convocar a las universidades públicas y privadas, para que pongan al servicio del Estado sus laboratorios clínicos, personal docente en ciencias de la salud, investigación, e inclusive instalaciones de ser necesario, para apoyar la política de atención en salud.

3.- Estimular la producción de insumos básicos para contención del virus, como: mascarillas, guantes, alcohol y jabón, los cuales deben ser de entrega gratuita para toda la población.

4.- Enrolar urgentemente cien mil empleados del sector salud, entre: médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería, y psicólogos, para que presten sus servicios en los próximos 90 días, a los infectados con el virus en los hospitales de campaña en todo el territorio nacional.

5.- Apoyar la producción a escala de ventiladores artificiales con destino a las UCI del país.

6.- Emprender prioritariamente desde ya las conversaciones diplomáticas con la China y USA, para la importación de la vacuna contra el COVID 19.

7.- Garantizar el abastecimiento, distribución y fácil acceso a productos de consumo masivo y de alimentos.

8.- Diferir el cobro y pago de servicios públicos, e impuestos durante los próximos 90 días.

9.- Decretar el toque de queda gradualmente en todo el país. ¡Vale más la vida que el dinero! Mirémonos en el espejo de Italia y España. Se durmieron.