De acuerdo al último Informe Global sobre brechas de género realizado por el Foro Económico Mundial, cerrarlas en áreas como participación, oportunidades económicas, educación y salud tomaría 132 años. Los cinco países que registran los mayores índices de igualdad entre los 146 analizados son Islandia, Finlandia, Noruega, Nueva Zelanda y Suecia. Colombia pasó de ocupar el puesto 59 en el 2021, al número 75 este año. La pérdida de empleo durante la pandemia ha sido uno de los factores que más afectaron los avances logrados en pro de la igualdad de género.
Islandia, una pequeña isla en la parte superior del Atlántico Norte con 350 mil personas, encabeza desde hace nueve años consecutivos esta lista de países más equitativos. Durante la última década ha logrado reducir en un 90% la brecha de género. La voluntad política junto con la legislación, las cuotas explícitas de género, los recursos asignados a la reducción de dichas diferencias, y la solidaridad de las mujeres mediante la organización política han sido claves en este proceso. A partir de 2016, las mujeres conforman el 48% de los representantes electos en el parlamento; mujeres y hombres comparten el poder como responsables de la toma de decisiones. En el 2018, este país pionero en el desarrollo de leyes e implementación de políticas públicas con enfoque de género, introdujo la primera ley en el mundo que requiere que las empresas con más de 25 empleados demuestren que les pagan tanto a hombres como a mujeres igual salario por realizar la misma actividad. Además, se parte de la premisa de que la madre y el padre tienen los mismos derechos y obligaciones, en total se cuenta con nueve meses de licencia ante el nacimiento de un hijo o hija, distribuidos en tres meses para la madre, tres para el padre y tres adicionales que se pueden dividir entre ambos. Lo anterior, contribuye a que la licencia por maternidad deje de ser un factor determinante ante la decisión de contratación de las mujeres; sin embargo, tener un marco legislativo no ha sido lo más importante.
De hecho, las “semillas” de la paridad se siembra desde la infancia con escuelas que imparten el método de enseñanza Hjalli que impulsa las cualidades humanas independientemente del género, las actividades son las mimas para todos, los juguetes y métodos pedagógicos son unisex, a las niñas se les enseña a generar ruido, gritar, saltar y a que se hagan escuchar; a los niños por su parte se busca que tengan mejores cualidades individuales y sociales a través de la empatía. Todos los días se habla de democracia y se les exige a los pequeños que hablen en público, que expresen sus ideas frente al grupo, y que compartan sus opiniones de manera respetuosa.
En el 2021, la participación laboral de las mujeres en Latina América y el Caribe fue del 50% en comparación con el 84% en Islandia. En Colombia, y a pesar de la recuperación de empleos como resultado de la reactivación económica, la situación de las mujeres no ha mejorado de manera considerable, las tres brechas históricas en el mercado laboral (participación, desempleo y salarios) siguen acrecentando. Las buenas prácticas de otros países demuestran que cuando hay acción colectiva y voluntad política se pueden lograr sociedades con enfoque de género más justas.
*Directora de Fundesarrollo