Las imágenes que vimos en días pasados de como la policía israelí entró a la mezquita de Al-Aqsa indignaron al mundo, se puede ver en internet como la policía israelí golpea sin cesar con sus bastones a personas que están reducidas y neutralizadas en el piso, esto generó no sólo la indignación de la comunidad Palestina y de la comunidad Musulmana, sino la indignación dentro de la comunidad internacional, es tan así que el presidente de los Estados Unidos Joe Biden anunció que no va a recibir a su homólogo israelí, Benjamín Netanyahu, de manera próxima, sin lugar a dudas un gesto tácito y simbólico frente a estos hechos: En este contexto podemos presentar tres grandes reflexiones.

Primero. Desde el Derecho Internacional Humanitario se ha venido legislando para que a los lugares de oración considerados como lugares santos, no sean asaltados por grupos armados, sean estos estatales o no, es decir, no pueden ingresar a iglesias, mezquitas, pagodas, sinagogas, o ningún otro templo religioso. De tal suerte que lo que se cometió en la mezquita de Al-Aqsa va en contravía de la legislación internacional.

Segundo. Uno de los principios del Derecho Internacional Humanitario y de los derechos humanos ha sido la distinción entre combatientes y no combatientes en escenarios de conflictos, está distinción tienen la obligación de hacerla los grupos armados sean estos estatales o no, la distinción es fundamental porque es el mecanismo para salvaguardar a la población civil de las acciones armadas en medio de las guerras, razón por la cual es una obligación hacer la distinción al momento de la planificación de las operaciones militares o policiales, lo que vimos en las imágenes de la mezquita de Al-Aqsa es que no existió ningún tipo de distinción y la policía israelí agredió adultos mayores, niños, y civiles en general que estaban en ese momento en oración dentro de su templo religioso. En términos del cumplimiento del derecho internacional humanitario y de los Derechos Humanos esto fue una violación flagrante a este principio de distinción.

Tercero. La construcción de una arquitectura legal a nivel internacional de una regulación de los conflictos armados es un camino largo y doloroso que ha dado la humanidad, el tener un marco normativo para la humanización de la guerra es uno de los avances más importantes en materia de legislación internacional y no se puede retroceder en este camino, la defensa y cumplimiento de los Derechos Humanos debe ser uno de los principios rectores de los estados modernos, y la sociedad civil debe ser un actor vigilante del cumplimiento de los mismos, sin importar el lugar geográfico o los actores estatales o no estatales que los incumplen.

A manera de conclusión decir que uno de los nortes de esta columna es precisamente la defensa de los Derechos Humanos y seguiremos trabajando en ese camino, cabe contar a manera de anécdota qué hace algún tiempo escribí una columna recomendando algunas películas Palestina que están en Netflix, días después llegó al periódico una carta donde atacaban la columna sin mayores argumentos y con la clara intención de llevarme a la autocensura frente al tema del conflicto palestino israelí, estrategia que es conocida y sistemática, y lo que busca es atacar la libertad de prensa cada vez que se hace alguna denuncia frente a la violación de los Derechos Humanos, en este sentido sé que seguramente llegará una nueva carta buscando la censura y el silencio, frente a esto sólo digo que el camino de los derechos humanos y la libertad de prensa son pilares de la democracia y el estado social de derecho, son nuestro norte y seguiremos independientemente de las amenazas y presiones trabajando por ellos.

@nestorrosania