El carro bomba en la Brigada 30 del Ejército pone sobre la mesa la dinámica, seguridad y violencia en la frontera colombo-venezolana. Frente a esto cuatro reflexiones.

Primero: La frontera colombo-venezolana es una de las fronteras más peligrosas no solo de Colombia, sino del hemisferio, una frontera donde operan más de 16 estructuras del crimen organizado internacional, con capacidad operativa binacional, quienes se disputan principalmente lo que se conoce como “el arco del Caribe”, la principal ruta de cocaína por el Caribe latinoamericano por donde se estima que pasa el 30 % de la cocaína que sale de Colombia.

Segundo: La economía ilegal de esta frontera no se limita al arco del Caribe, los grupos armados se disputan lo que se conoce como “portafolios de economía ilegal”, quiere decir una baraja de negocios donde además del narcotráfico se disputan la minería ilegal de oro y coltan, el tráfico ilegal de combustibles a través de lo que se conocen como los “ordeños” y los “pategrillos”, que es la extracción ilegal de crudo de los tubos madres y de ahí forman piscinas donde a través de un proceso artesanal transforman el crudo en gasolina que la venden a los laboratorios de drogas, a las bombas de gasolina de forma clandestina y también la venden en las calles a través de los famosos pimpineros, de igual manera se disputan los peajes ilegales de las trochas donde cobran a los migrantes que van y vienen de Venezuela, el contrabando, la microextorsión a pequeños comerciantes y la extorsión a empresas grandes, toda una baraja de negocios y rentas ilegales.

Tercero: Se ha reactivado el reclutamiento de menores, y ahora se ha presentado un fenómeno de reclutamiento de recolectores de hoja de coca “raspachines” venezolanos, los cuales por la crisis cobran más barato que los colombianos, pero les exigen un salvoconducto donde una familia colombiana debe responder por ellos ante el grupo armado ilegal en caso de que suceda algo, una crisis social que ningún ente del estado puede controlar

Cuarto: Grupos armados con control territorial, ejercer el dominio sobre todo este conglomerado económico ilegal implica tener hombres, armas, inteligencia, rutas y tecnología, sin lugar a dudas esta frontera es dominada por los grupos ilegales, el Estado colombiano y venezolano nunca ha hecho presencia más allá de un patrullaje de la Guardia Nacional venezolana o del Ejército y la Policía de Colombia, que es literalmente un saludo a la bandera frente al poder de las organizaciones criminales, frontera donde evidentemente no existe presencia de inteligencia del Estado, quiere decir que no hay un desarrollo en términos de salud, educación, infraestructura, y proyectos económicos legales importantes, es una tierra de nadie, donde la pobreza el atraso la violencia la ilegalidad y la corrupción, son la constante.

Este panorama deja claro que la criminalidad es quien maneja la frontera, y que tienen tanto poder que se dan hasta el lujo de poner un carro bomba dentro de una de las unidades militares más custodiadas, ya que dentro de sus instalaciones se encuentran militares de los Estados Unidos, este fue un hecho simbólico, si son capaces de vulnerar tan fácil una unidad militar, qué no pasará con los miles de humildes campesinos que viven en las veredas más apartadas y que viven bajo el yugo de la pobreza y la violencia ante un Estado incapaz de proporcionar lo mínimo que es la seguridad no solo a los ciudadanos, sino a el mismo.