Han sido muchos los mensajes que me han llegado en estos últimos meses de amigas y conocidas que han sido diagnosticadas con cáncer de mama, el cáncer más frecuente y una de las causas más comunes de muertes en mujeres a nivel mundial según la Organización Panamericana para la Salud.
Como mujeres muchas veces nos cuesta aceptar y asimilar cualquier diagnóstico que vaya en contra de nuestra salud y más aún si se trata de un cáncer tan agresivo como este, que de no atenderse a tiempo puede hasta costarnos la vida.
Debido a esta situación, cada año en el mes de octubre la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, una iniciativa promovida por esta entidad precisamente para sensibilizar y concientizar a las mujeres sobre la importancia de realizarse regularmente el autoexamen, así como exámenes de detección para prevenir tempranamente cualquier tipo de anomalía.
En Colombia, según cifras del Observatorio Global de Cáncer (Globocan), en el año 2021 se presentaron 15.509 casos nuevos, 85.112 casos prevalentes y 4.411 muertes. En el departamento del Atlántico para ese mismo año, se presentaron 333 casos nuevos, 47 casos más que los 286 reportados en el año anterior.
Esta enfermedad no genera ningún tipo de síntomas en etapas iniciales, no distingue de sexo, raza, ni color y es más frecuente en mujeres, aunque aproximadamente entre el 0,5 y el 1% de los casos afecta también a los hombres, especialmente a los mayores de 60 años de edad.
Al afrontar los desafíos que se presentan en la vida al ser diagnosticados con cáncer de mama los retos son enormes, sobre todo a nivel psicológico, económico y emocional. Se despiertan sentimientos de angustia, miedo, depresión o ansiedad y es este el momento en el que debe primar el apoyo incondicional de la familia y de los amigos. Muchas veces no se lidia solo con lo que de por sí ya representa la enfermedad, sino también con el complejo acceso al sistema de salud que algunas veces resulta una barrera para muchas mujeres, principalmente aquellas de escasos recursos que no pueden acceder a oportunos tratamientos.
Aunque la OMS estima que una de cada 12 mujeres en el mundo se enfermarán con este tipo de cáncer, esta lucha nos compete a todos, por lo que mi llamado en este mes rosa es para que como mujeres nos sincronicemos con nuestro cuerpo y nos responsabilicemos con su cuidado, que haya sororidad entre nuestro género, así como resiliencia ante la adversidad.
Tres minutos de nuestro tiempo que invirtamos en hacernos el autoexamen nos pueden dar muchos años de vida, por ello la Liga Colombiana Contra el Cáncer recomienda la triada perfecta para prevenirlo: la autoexploración, el examen clínico hecho por un médico y la mamografía. Además de la importancia de comer saludable y hacer ejercicio.
Que este llamado que nos hace el mundo para no pasar por alto la prevención del cáncer de mama no pase desapercibido y que por el contrario sea este un motivo para contribuir y apoyar, desde los diferentes escenarios en los que estemos, en la lucha contra esta enfermedad silenciosa que recordemos, el éxito para vencerla es la detección temprana.