El Heraldo
Opinión

#YoEstoyConLaMinga

El pasado ancestral de los indígenas es innegable en la realidad nacional. Aunque parece ser una de las problemáticas repetitivas del país: negar lo que fuimos y desconocer lo que somos. La minga indígena lleva tres semanas manifestándose. El bloqueo en la vía Panamericana no es una zancadilla al comercio ni mucho menos estanca el progreso. Todo lo contrario, es la lucha por un futuro más digno para todos. Es un acto de resistencia. Es la dignificación de los pueblos. En un país que ha querido anular a los indígenas, que los desplaza, los asesina, los ignora; que no cumple con los derechos constitucionales que los cobijan, ¿cómo pretenden que se manifiesten? La protesta es lo único que les queda. 

El bloqueo se da por la falta de garantías. No son peticiones absurdas como afirman algunos. Es el reclamo mínimo de los derechos que les han arrebatado durante décadas. La explotación de los recursos naturales, que termina por desplazarlos y hasta asesinarlos. El derecho al territorio, que es casi inexistente. La ausencia de los derechos fundamentales en las regiones que habitan. La falta de garantías para preservar la cultura y la identidad de los pueblos. Los crímenes sistemáticos a líderes sociales. Tenerlos en cuenta en el Plan de Desarrollo de manera clara y no tan ambigua. La consulta previa que no respetan, porque la realidad es que pocas veces les consultan las decisiones a tomar sobre su territorio. La protección de la Madre Tierra y del medioambiente. El cumplimiento del Acuerdo de Paz. Eso es lo que pide la minga indígena… sus derechos. 

El problema es que a este país le parece una exageración la dignidad humana. Entonces, es fácil dar la espalda a la Colombia olvidada. Por ejemplo, cuando los estudiantes salen a protestar por una educación de calidad y pública, o los indígenas bloquean una de las vías más importantes del suroccidente del país para reclamar sus derechos, los estigmatizan hasta deslegitimar sus protestas. Porque no son capaces de ponerse en los zapatos del otro. Porque su burbuja no les permite ver que estas tierras fueron –y son–  habitadas por indígenas. Y ese pasado ancestral es lo que verdaderamente nos une como colombianos. Pero son expertos en manipular la historia. Y, por supuesto, borrarla. 
Los indígenas insisten en la visita del presidente para llegar a un acuerdo. A la mesa de negociación acudieron alcaldes, gobernadores, senadores, defensores de derechos humanos y algunos funcionarios del Gobierno. El punto es que el presidente resalta por su ausencia. Exige que desbloqueen la vía para empezar el diálogo. Ahora, ¿cómo creer en alguien que ni siquiera es capaz de ir al lugar del conflicto? ¿Que ni siquiera escucha las problemáticas sociales, económicas, culturales y ambientales de la región? ¿Que ignora la protesta de los más necesitados? ¿O ya se les olvidó todo lo que postergó reunirse con los estudiantes? ¿Por qué esperar tanto? ¿Por qué no priorizar las necesidades que se presentan en el país que dirige, pero sí le da toda su atención a Venezuela?

El llamado de los indígenas no es un capricho, es una urgencia. El diálogo es la salida más sensata. Presidente Duque, le recordamos que Colombia es el país que gobierna. Por favor, siéntese a dialogar. 

@MariaMatusV 
maria.matus.v0@gmail.com 

 

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp

Más Columnas de Opinión

El Heraldo
Hugo Illera Jiménez

Junior y la sanción a Jorge Duarte

En los más de cuarenta años que he estado en la industria de los medios de comunicación, el fútbol siempre ha sido la misma historia. Los temas del Junior de Barranquilla, por partidos accidentados y fallos arbitrales, siempre se maximizan y s

Leer
El Heraldo
Álvaro López Peralta

¡A marchar este 21 de abril!

Algunos colombianos manifiestan que las marchas “no sirven para nada” y por esa razón prefieren quedarse en la comodidad de su hogar, a pesar de las evidentes amenazas en el escenario político; otros creemos que son una herramienta participa

Leer
El Heraldo
Roberto Zabarain

Actuar como jauría

Los paisas protestan en gavilla, cual jauría. Les temen, y obligaron a Petro y a sus ministros del sector a echar tremenda reversa y a comprometerse con las inversiones que habían negado para culminar un túnel, obra por la cual armaron tremendo

Leer
El Heraldo
Fabrina Acosta Contreras

El malestar

Estamos viviendo tiempos de postverdad, caos, violencias, basta con ver las noticias y con analizar nuestras vidas, para concluir que padecemos la pobreza de no tener tiempo, de estar corriendo tras un mandato planetario de productividad, de estr

Leer
Ver más Columnas de Opinión
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.