En el marco de la Cátedra Europa, encuentro académico anual celebrado en la Universidad del Norte, la próxima semana contaremos en nuestra ciudad con la presencia de dos destacados conferencistas vinculados a la Bauhaus-Universität (Weimar) y de una experta historiadora de la Hoschule für Gestalung o HfG de Ulm. Tan ilustres visitantes acompañarán la conmemoración de los 100 años del surgimiento de la escuela Bauhaus, una de las instituciones más emblemáticas y reconocidas de la historia del diseño y la arquitectura contemporánea. A pesar de haber cesado sus actividades en 1933, acosada por los abusos del régimen Nazi que se acababa de imponer en Alemania, la marca de esta escuela aún se puede evidenciar en nuestros días sin que su legado haya perdido vigencia.

La Bauhaus surge en Weimar en 1919, y es responsable de promover al diseñador como el mediador de la cultura moderna. Dentro de sus postulados más importantes se destaca su entendimiento de la casa como una máquina para habitar y el ya famoso enunciado, less is more, pronunciado por Mies van der Rohe, considerado como el precursor del estilo minimalista. La visión de Walter Gropius, quizá el representante más significativo de la escuela, permitiría que los productos de calidad, artesanos e industriales, ya no estuviesen orientados a las clases más privilegiadas, sino que incluirían también dentro de sus usuarios a las clases menos favorecidas. La concepción de diseños racionales y ascetas, fundamentados en un lenguaje de formas geométricas libres de ornamentos, facilitó esa transición.

En Barranquilla se pueden observar todavía algunos edificios que tienen clara la impronta de aquellos visionarios, dada la influencia que tuvieron sobre los proyectos afines al movimiento moderno que se construyeron a mediados del siglo pasado. Las pocas obras de reconocidos arquitectos como Roberto Acosta-Madiedo y Ricardo González Ripoll que todavía se resisten al abrumador avance de las máquinas de demolición, dan fe de una época en la que nuestra ciudad estaba más conectada con la vanguardia.

Valga esta oportunidad para recordar que el progreso no debe necesariamente levantarse sobre las ruinas del pasado, sino que puede sumarse a los esfuerzos anteriores de manera armónica y medida, respetando la historia y generando identidad, una lección que el ímpetu comercial ignora con frecuencia.

Norbert Korrek, Max Welch y Marcela Quijano, los profesores invitados al evento, nos permitirán ampliar nuestra comprensión sobre la importancia de la Bauhaus para el mundo moderno. Así, Barranquilla se une a otras ciudades en las que el centenario de la venerada institución se celebra con los honores que merece, un importante aporte desde la academia para enriquecer, con pertinencia, la agenda cultural de nuestra ciudad.

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