"Una manguera de jardín conectada a un hidrante contra incendios” es un ingenioso símil para describir la situación que se presenta cuando la infraestructura dificulta una conexión competitiva para el comercio internacional. Encontré esta expresión leyendo sobre el río Mississippi y sus proyectos para el 2022 que incluyen aumentar su profundidad a través de dragados, para llevarlo de 45 a 50 pies este año. Y me pregunto, ¿a qué manguera está conectada la Zona Portuaria de Barranquilla?

Pensar en el desperdicio que generaría conectar una manguera angosta a un hidrante con mayor capacidad y potencia, ante la necesidad de apagar un incendio, es una forma que ilustra bien las pérdidas económicas que sufren el departamento y el país por las condiciones actuales del canal de acceso a la Zona Portuaria de Barranquilla. El Cuerpo de Ingenieros estadounidense estima que la inversión requerida para incrementar el calado del Mississippi en 5 pies adicionales retornará a la economía más de 7 veces del presupuesto utilizado debido al aumento de la competitividad y el crecimiento del comercio internacional.

El canal de acceso a los terminales portuarios de Barranquilla tiene un calado bajo para las referencias históricas y muy variable, lo cual ha originado sobrecostos, ineficiencias, servicios dejados de facturar y pérdidas por $120 mil millones de pesos. Sin embargo, su capacidad y potencia como hidrante es evidente porque aún con las restricciones aplicadas durante casi todo el 2021, el volumen de la carga movilizada por los terminales portuarios local se aumentó en un 17%. Según Asoportuaria, de no haberse dado esas restricciones, el crecimiento hubiera sido del 26%, dado que se dejaron de mover un millón de toneladas.

La tenacidad y la resiliencia de nuestros empresarios, una tasa de cambio favorable para exportar, acompañadas de las medidas de reactivación impulsadas por el Gobierno Nacional nos abren una ventana de oportunidad para impulsar el crecimiento del PIB y la generación de empleo. Los recursos que se requieren para que el canal de acceso opere adecuadamente son una inversión y no un gasto. Pero además, los expertos explican que los recursos disponibles pueden utilizarse de forma más eficaz.

Hay que reconocer y agradecer los esfuerzos del Presidente Duque al disponer mayores recursos para el dragado y avanzar en la licitación de la APP del río. Sin embargo, el Gobierno Nacional puede tomar dos medidas adicionales para darle seguridad, confiabilidad y estabilidad a la operación de la zona portuaria de Barranquilla. Una, permitirle a la ciudad asumir el mantenimiento del canal navegable y de acceso a su zona portuaria, con los recursos del presupuesto nacional destinados para ello, sustentado en la Ley Orgánica 2082 de 2021 que crea la categoría de “ciudades capitales” e incorpora mecanismos para fortalecer la descentralización administrativa. Y dos, contratar el dragado bajo un esquema por nivel de servicio (profundidad) y no por metro cúbico como se viene haciendo. Esta propuesta estaría en línea con la solicitud de la Procuraduría General de la Nación de utilizar un modelo de contratación que permita mejorar los indicadores de impacto y resultados del dragado.

Es determinante mejorar la competitividad de nuestras terminales portuarias, obtener altos volúmenes de tráfico, eficiencia y conectividad. Lograrlo requiere un esfuerzo conjunto entre las sociedades portuarias, las autoridades locales y el Gobierno Nacional, que partan de la institucionalización de una nueva política de mantenimiento del canal de acceso.

Los puertos son las infraestructuras más importantes para impulsar nuestro comercio internacional. Barranquilla es una capital privilegiada por contar con una zona portuaria de gran potencial. Procurar los recursos necesarios y los esquemas más eficaces para que tengamos infraestructuras en condiciones competitivas es una necesidad urgente.

*presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Barranquilla.