La pobreza requiere un análisis histórico y contextualizado por ser un problema determinado por múltiples factores y cuya solución depende del trabajo coordinado de varias instituciones del Estado: locales, departamentales y nacionales.
Para el caso de Barranquilla, el indicador de pobreza del DANE se refiere al Área Metropolitana (AMB), que incluye a Galapa, Puerto Colombia, Malambo y Soledad. Como es sabido, el crecimiento poblacional de Soledad ha sido uno de los más significativos en las últimas décadas. Según proyecciones del DANE, Barranquilla concentra el 58% de la población total del AMB, mientras que Soledad alcanza el 32%.
El indicador de pobreza monetaria del AMB pasó de 43,9% en 2002 a 20% en 2017, siendo la segunda área metropolitana de Colombia con mayor disminución, después de Pasto. Sin embargo, para el 2018 el indicador llegó al 21,1%.
Investigaciones realizadas por Roberto Angulo y Laura Cepeda ofrecen claves para entender la pobreza y su impacto en esta sección del país. Angulo concluye que el cambio social en Barranquilla durante los últimos años es indiscutible; pero demostró que en 2014 la mitad de la población del AMB se encontraba en una situación de vulnerabilidad, es decir, estos hogares podían caer en la pobreza. Lo anterior, sumado a la desaceleración de la economía del país registrada desde el 2015, puede explicar el incremento de la pobreza en 2018.
Por su parte, en un estudio sobre pobreza publicado en 2011, Cepeda encontró que la pobreza llegaba al 50% de la población de Soledad y al 41% en Barranquilla. Además, halló una alta correlación entre pobreza, informalidad y educación.
La información reciente del DANE sobre la informalidad en el AMB muestra que a mayor educación hay menor probabilidad de laborar en la informalidad, la cual tiene una alta relación con la pobreza.
A pesar de los avances de los últimos 15 años, el AMB aún presenta niveles de pobreza superiores a otras áreas del país. Esta registra 9,2 p.p. de pobreza por encima de Manizales, 8,7 p.p. superior a Bogotá, y 7,2 p.p. por encima de Medellín, demostrando que aún hay un importante trabajo por realizar. En el futuro será fundamental priorizar estrategias orientadas a la reducción de la pobreza, la inclusión productiva y el acceso a la educación superior para cerrar las brechas existentes.
En el caso de Soledad, la situación de este municipio requiere mayor atención. Aunque la información reciente del DANE no presenta un reporte separado de la pobreza para este municipio, según el DNP, el ingreso público por habitante de Soledad ($769.528) es inferior al promedio de los municipios del Atlántico ($1.168.198) y del promedio nacional ($1.528.056). Además, la formalidad, la densidad empresarial y el valor agregado por habitante son más bajos en Soledad que el promedio del país, a pesar de tener la segunda densidad poblacional más alta de Colombia. En otras palabras, los retos de Soledad son más complejos de superar. Resulta determinante que el DNP informe sobre las inversiones priorizadas para el municipio en el Plan Nacional de Desarrollo y se concentren esfuerzos desde diferentes frentes para atacar este flagelo.