Cuando la invasión rusa comienza, el mundo no lo esperaba, los más expertos en geopolítica señalan que se cree que ni los más altos mandos militares rusos se planteaban una guerra con los vecinos. Ingenuamente el planeta occidental asumió que Vladimir Putin estaba nada más pavoneando sus fuerzas, pero que aquello quedaría en eso, una amenaza. Error. Lo curioso es que los ucranianos han resistido con gallardía a pesar del poco apoyo efectivo de la Unión Europea y demás supuestos aliados.
Putin desde el Kremlin tampoco pudo prever la repentina fama internacional cargada de favorabilidad que tendría Volodomir Zelenski. El líder supo capitalizar el momento mediático, lo que pasa es que se le fue un poco la mano, las fotos en la revista Vogue de su esposa lo evidencian. Escribía yo en una columna ya hace varios meses que esto sucedería, no se necesitaba ser un genio, (1) para entender que a un actor le gusta el reconocimiento y (2) que las olas de popularidad en el mundo occidental, pueden ser muy efímeras.
Los dos ejercen liderazgos a su manera y ambos tienen también enemigos políticos en sus territorios. Al pueblo ruso le ha caído una cultura de la cancelación de parte del resto de la humanidad que no se merecían, y eso evidentemente ha hecho mella en la imagen de Putin quien es el real responsable. Y Zelenski en su esquina, sigue dando discursos en videos en donde parece no haber salido del personaje de la serie que antes protagonizaba. A los dos les ha hecho daño esta guerra como políticos; Mientras tanto, sus pueblos devastados…
Hasta el más europeísta tendrá que coincidir conmigo en que se esperaba bastante más de la Unión Europea, pero que es igual de pertinente reconocer que los liderados por Von Der Leyer como conjunto, no tienen los dientes necesarios para hacer mucho más, en especial por un país sin tradición al interior de ellos. Una cachetada del realismo al idealismo en materia de relaciones internacionales.
El 2022 cierra con unas muy incipientes negociaciones, en las que sin tener mucho arrojo analítico es fácil pensar que Putin utilizará para reafirmarse en su agenda invasora. Ninguno de los dos da su brazo a torcer, y eso posiblemente prolongue esta guerra más que indeseada. El jefe de Estado de Rusia quiere que se reconozcan como propios los territorios invadidos y anexionados a Moscú, algo que el líder ucraniano no se traga ni con miel. Difícil 2023 se avecina.
@KDiarttPombo