El discurso de Petro fue extenso y lleno de promesas difícilmente realizables, pero de ese estilo han pecado la mayoría de los presidentes recién posesionados, así que no hay novedad en ello. Ni siquiera para criticarlo. En cambio, el de Roy Barreras sí da para mucho análisis. Hubo errores en su interpretación de Friedrich Hayek. Un profesor de economía podría rajarlo con una nota de cero en un parcial. Sin embargo, digamos que entiendo lo que pretendió transmitir con sus argumentos. Hay que reconocer que fue superior al del pasado Ernesto Macías, quien menos mal ya es periódico de ayer.

Roy se percibe a sí mismo como una persona de nivel elevado intelectual, y puede que lo sea, en otras áreas, pero en historia económica se pierde. Recuerdo cuando se burló inhumanamente del candidato a vicepresidente de Federico Gutiérrez, Rodrigo Lara. “Otra sugerencia: Que no se note la biblioteca vacía. Con la ignorancia de Fico es suficiente…”. Barreras es un hábil político, ya lo he dicho en otras columnas, aunque su desmedido ego hace que él mismo se crea capaz de interlocutar en contra de grandes pensadores, absolutamente convencido de que está a la altura. Me huele, a que el mayor escudero de Petro no se ha leído por completo las obras ni de Friedman ni de Hayek. Si lo hubiese hecho, los habría criticado, pero sin incurrir en errores. Se pifió. 

Pasemos al plato fuerte: Moneda única latinoamericana y Parlamento Sudamericano vinculante. ¿Lo positivo?, captó la atención de la audiencia, fue certero en sus propuestas –mucho más que el ya presidente Petro con su empalagoso decálogo– y vehemente en su posición ideológica (la actual, que ya sabemos que la de Roy puede variar rápidamente…). ¿Lo negativo?, ambas propuestas son un absoluto disparate. Colombia hoy enfrenta la inflación más alta en 20 años, las demás monedas de los vecinos se devalúan al galope, y este señor está creyendo que va a gestar la nueva Eurozona.

Nos podrá doler, pero América Latina no es Europa, una mezcolanza de nuestras divisas no podría competir con el dólar o el euro, ni qué decir de la libra esterlina. Por ejemplo, si algo ha salvaguardado, en cierta medida, la economía del Ecuador o Panamá ha sido la dolarización. Ese sí es un debate pendiente que tenemos en Colombia. Incluso, la leve mejora que se observa en Venezuela deriva de la dolarización de facto que se está viviendo allá. Entonces aterricemos. Anhelos guajiros y bolivarianos no nos convertirán en un gigante de los mercados. 

Los seguidores del Pacto Histórico catalogan el discurso como inspirador y contundente. Yo me quedo con lo segundo, porque lo fue. Pero con errores de forma que pueden ser verificados por cualquier estudiante de economía de primer semestre, y con grandilocuencias en el fondo que nos pueden sepultar.

Ojalá que Roy se dedique a lo que mejor sabe hacer: componendas políticas. Y deje su rol de consejero ideológico a otros con más sensatez en esas aguas. Se dice, Barreras fue (o es) un gran médico, y que es un tipo ameno, buen conversador. Yo no me mofo de él como él si lo hizo de Lara, pero que deje las ficciones para una de sus novelas. Es más, yo la compraría.

@KDiarttPombo