Con la llegada de la COP16 de Biodiversidad a Colombia, la gestión de los riesgos empresariales relacionados con la sostenibilidad, específicamente con la naturaleza, tomará mayor relevancia. Esta reunión será una plataforma central para avanzar en la consecución de los objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biológica y hacer seguimiento al Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal.

Este último, acordado en la COP15 de diciembre de 2022, tiene como finalidad adoptar medidas para detener y revertir la pérdida de biodiversidad biológica, con objetivos para los años 2030 y 2050. Esto incluye, el compromiso de los Estados para implementar las medidas administrativas y regulatorias necesarias con el fin de que las empresas, entre otros actores, contribuyan a alcanzar las metas del Convenio y sus Protocolos. Una de las formas para que los Estados cumplan con estas disposiciones, es requiriendo a las compañías el reporte de la gestión que realizan para identificar riesgos, oportunidades e impactos asociados a la diversidad biológica, por ejemplo, a través del TNFD.

El TNFD (Taskforce on Nature-related Financial Disclosures), publicado en septiembre de 2023, es un marco que determina recomendaciones para identificar y gestionar los riesgos propios de cada empresa relacionados con la naturaleza, y divulgar la información correspondiente. Este marco agrupa tanto la materialidad financiera como la materialidad de impacto, recomendando la gestión de riesgos bajo una perspectiva de doble materialidad, lo cual permite una visión más amplia de la sostenibilidad de las empresas, beneficiando a todos sus grupos de interés al proporcionar una imagen más completa de sus prácticas y negocios.

Sin embargo, se debe tener en cuenta que usualmente surge por parte de las empresas el cuestionamiento sobre el procedimiento adecuado para establecer la materialidad, desde una perspectiva cuantitativa y cualitativa, de la información que se va a reportar. Determinar esta materialidad es fundamental, ya que la información divulgada y el lenguaje utilizado deben estar alineados con el sistema de gestión de riesgos de las compañías, para mitigar, entre otros, riesgos legales y reputacionales.

De esta manera, es importante tener claridad en las obligaciones legales y en la implementación adecuada de los estándares de reporte como el TNFD, ya que pueden influir en las decisiones de inversión. Pues, en algunos casos, las compañías han dudado en concretar inversiones en nuevos negocios y proyectos debido al desconocimiento de los deberes legales derivados de estos reportes. Por lo tanto, es relevante que las regulaciones sean claras y que las empresas comprendan completamente sus responsabilidades para evitar frenar el desarrollo y la inversión.

Es fundamental que las empresas se capaciten en estos asuntos y, como lo indica el TNFD, balanceen los costos y esfuerzos de elaborar los reportes de sostenibilidad, sin olvidar que el objetivo es demostrar la veracidad y coherencia de sus prácticas ASG, encontrar oportunidades en la gestión de riesgos, garantizar el cumplimiento legal y la sostenibilidad a mediano y largo plazo.

*Asociada de Posse Herrera Ruíz