Después de haber sido creado por Pelé el jugador número 10 en un equipo de fútbol, han desfilado por esa posición muchos jugadores que, se asume, deben tener un talento especial para ocupar una de las posiciones más admiradas dentro de una cancha de fútbol en relación con la creación de juego en la fase de ataque. Tanto es así, que pasó a segundo plano el conocido como centro forward, el número 9, el que hace los goles y que creó una dependencia del 10 para tener un alimentador que le pasara el balón para anotar.
En nuestro fútbol colombiano tenemos jugadores talentosos que han ocupado esa posición y dentro de los que sobresale Carlos Valderrama como el máximo ícono por todo lo que nos dio como creador de ataque. Su heredero indiscutible es James Rodríguez, quien ha cargado ese número y, por tanto, esa responsabilidad, en todos los equipos en los que ha jugado desde temprana edad futbolística. Por esa razón, ha brillado en todos los equipos en los que ha jugado, incluido el Real Madrid, lo cual amerita un comentario.
Cuando llegó a ese equipo fue recibido por Carlos Ancelotti, con quien fue titular indiscutible hasta cuando tomó el equipo Zinadine Zidane y le enredó la carrera ascendente que llevaba nuestro 10. La única explicación que tengo para esto es que Ancelotti, quien jugaba en el medio campo, confiaba en el talento suramericano como tal mientras que Zidane, también mediocampista, confiaba más en la estructura defensiva de los europeos. Es la única razón por la que puedo entender que haya dejado en un segundo plano al talento suramericano –y eso que decía que le hubiera gustado jugar como Enzo Francescoli-, para inventarse un número 10 de la nada, Luka Modric, a quien le dio ese número después de arrancárselo a James. Este es su récord en el Real Madrid: 125 partidos, 37 goles y 42 asistencias para gol, nada mal para un jugador que terminó en la banca.
En adelante, ha sido un drama alrededor de James Rodríguez a tal punto que ha dado para que muchos especulen acerca de un final prematuro o le endilguen comentarios como que lo acabó la farándula, que se aburguesó, que está viejo, que se le debe buscar remplazo en la selección.
A todos les ha ido callando la boca con la actualidad que está exhibiendo en la que demuestra que el talento está intacto y que sólo necesita ponerse en forma física para afrontar los compromisos que le esperan en el equipo que lo inscriba y en nuestra selección.
El partido inicial en esta Copa América contra Paraguay sirvió para que el montón de periodistas y críticos que nunca han pateado un balón, se rindan ante la calidad de su fútbol.
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