Luciérnagas, escrita y dirigida por Bani Koshnoudi, es una película que desde el comienzo nos introduce en el estado de desamparo y desolación de un individuo cuya apariencia y actitud personal parecen estar fuera de lugar, y nosotros, como espectadores, lo acompañamos en su incertidumbre.

Se trata de Ramin (Arash Marandi), un ciudadano iraní que, escapando la persecución en su país de origen por su orientación sexual, se ha montado en una embarcación que ha terminado en el Puerto de Veracruz, en México. Lo vemos al comienzo de la película tratando de salir de allí a través de la mafia que trafica en las fronteras. Desea dirigirse a Turquía, pero pronto nos damos cuenta de que esto va a resultarle casi imposible, por falta de dinero.

Como exiliado, Ramin confronta la realidad dura y agreste que esta ciudad porteña ofrece a sus habitantes, de los cuales él empieza a formar parte. Mientras el regreso se hace cada vez mas lejano, se va creando una nueva rutina a través de los trabajos temporales que consigue.

Sabemos por algunas conversaciones por Skype que está atado sentimentalmente a alguien en su país, alguien que no confía de lleno en lo que está sucediendo, y a quien probablemente no podrá ver en mucho tiempo. Se acerca sigilosamente a las pocas personas que frecuenta en Veracruz, tratando de mantener en silencio su secreto.

Por un lado, está Leti (Flor Eduarda Gurrola), quien administra el hotel donde Ramin va extendiendo su estadía cada vez mas. La falta del idioma y su sensibilidad lo acercan a ella, quien le enseña las pocas palabras de español que le ayudan a defenderse en la calle.

El caso de Leti es una historia paralela, igual de absorbente; ha sido abandonada por su novio que ha emigrado a los Estados Unidos, y se dedica a cuidar de su tío Jorge (Eligio Melendez). Rami la escucha, y sin entenderla del todo le presta cierto apoyo emocional.

También está el enigmático Guillermo (Luis Alberti), su compañero de trabajo, quien está buscando escapar a Estados Unidos, y su presencia crea un permanente estado de tensión tanto para Ramin, quien no puede contestar sus preguntas insistentes, como para la audiencia, que percibe hay algo reprimido en los dos.

Con imágenes visuales muy poéticas, la ciudad de Veracruz y sus calles, sus fiestas populares y sus gentes se convierten en un personaje mas de esta historia llena de sensibilidad y crueldad. Porque sin muchas palabras la cinta nos muestra el grado de marginalización al que pueden llegar estos individuos, producto de la intolerancia de género y el machismo.

Luciérnagas hizo parte de los festivales de Morelia, Róterdam y Miami, donde ganó el HBO Iberoamerican Film Award. Su lanzamiento en Colombia hace parte de la programación especial de la Cinemateca de Bogotá dedicada a la RESISTENCIA, y se presenta del 15 de junio al 15 de julio por medio de la Sala Virtual Cinemateca, accesible en toda Colombia.