Dirigida por Steve McQueen, ganador del Oscar por 12 Años de esclavitud (2014), Viudas muestra una visión y una perspectiva original dentro del tema de la mafia y el crimen. La cinta contempla el caso de cuatro mujeres cuyos maridos fueron eliminados por la policía en un asalto fallido, hecho que las deja indefensas, y forzadas a tomar decisiones en un mundo que desconocen.
Ubicada en Chicago en la época actual, Verónica (Viola Davis), Alice (Elizabeth Debicki), Linda (Michelle Rodriguez) y Belle (Cynthia Erivo), que no se conocen entre sí, se ven amenazadas por quienes reclaman el botín extraviado, y sin muchas opciones posibles, resuelven acudir a una solución insólita e inesperada.
El original guion, basado en la novela de Lynda La Plante, cuenta con la colaboración de la escritora Gillian Flynn (Gone Girl), y mantiene al espectador en permanente tensión hasta el inesperado desenlace.
Cuenta además con la actuación de Liam Neeson, Colin Farrell, Robert Duvall, Daniel Kaluuya y Brian Tyree Henry, y se caracteriza por tocar argumentos mas de fondo, tanto sociales como políticos, que van mas allá de la trama central del crimen. Se maneja el tema de la mujer, el racismo y la corrupción de quienes ostentan el poder, combinando en dosis adecuadas la parte de entretenimiento con el contenido.
Las minorías están representadas en cada una de estas mujeres: Alice es de origen polaco y su madre la impulsa a sacar provecho de su belleza con hombres de dinero; Linda es latina y maneja una tienda de ropa para quinceañeras, y Verónica es afroamericana. Cada una se mueve bajo patrones culturales impuestos por su medio, pero todas deben sobreponerse a su circunstancia.
En el universo masculino por otra parte se teje una campaña electoral en la que todo se mueve por conveniencias, hasta los que se dicen amigos del pueblo. Cualquier parecido a la realidad no es pura coincidencia.
La parte emocional centrada en el personaje de Verónica es la que mas llega al espectador. Sentimos el dolor de su pérdida, pero a la vez nos solidarizamos con la fortaleza que debe adquirir ante la realidad que se le impone.
McQueen, conocido también por Hunger (2008) y Shame (2011), muestra una vez más no solo su habilidad como director, sino su gran sensibilidad artística.








