En el mundo acelerado y exigente de hoy, el multitasking o multitarea se ha convertido en una forma de vida para muchos. Hacemos malabares con múltiples responsabilidades, trabajamos en varios proyectos simultáneamente e intentamos mantenernos conectados a través de varios dispositivos y plataformas.

La capacidad de realizar múltiples tareas a menudo se considera una habilidad valiosa en nuestra sociedad moderna. Sin embargo, en medio de la presión constante de hacer más en menos tiempo, es posible que perdamos el enfoque, nos sintamos abrumados y experimentemos una falta de satisfacción.

El debate sobre si el multitasking es realmente una habilidad blanda o no, y cuándo es beneficioso o perjudicial para las organizaciones, es un tema complejo y sin respuestas definitivas. La capacidad de realizar múltiples tareas puede ser vista como una habilidad valiosa en entornos laborales dinámicos, donde se requiere adaptabilidad. Los empleados que pueden manejar varias responsabilidades a la vez, pueden sentirse más productivos y capaces de cumplir con las exigencias.

Sin embargo, también hay argumentos en contra del multitasking. Algunos estudios han demostrado que cuando nos involucramos en múltiples tareas al mismo tiempo, nuestra atención se divide y nuestra capacidad para concentrarnos en cada tarea individual disminuye. Esto puede llevar a errores, menor calidad de trabajo y mayor estrés.

Además, cuando intentamos hacer demasiados temas a la vez, es posible que no dediquemos suficiente tiempo y atención a cada tarea, lo que puede afectar negativamente los resultados finales e incrementar los niveles de estrés.

Con enfoque empresarial

En el caso de las organizaciones y si estas se benefician o no del multitasking puede depender de varios factores, como la naturaleza del trabajo, las habilidades, preferencias de los empleados, y la cultura organizacional. En ciertos contextos, como los entornos altamente colaborativos y rápidos, la multitarea puede ser necesaria para mantener el ritmo y la eficiencia. Sin embargo, en otras situaciones que requieren un enfoque profundo y una atención cuidadosa, el multitasking puede ser contraproducente.

Es importante tener en cuenta que no todos somos iguales en términos de nuestras habilidades multitarea. Algunas personas pueden tener una mayor capacidad para realizar múltiples tareas de manera efectiva, mientras que otras pueden beneficiarse más de enfocarse en una tarea a la vez.

La clave para encontrar un equilibrio entre el multitasking y la atención plena puede residir en la conciencia y la intención. Tomarse el tiempo para evaluar la importancia y la urgencia de las tareas, establecer prioridades claras y practicar, estar presentes y conectados con cada actividad, puede ayudar a maximizar tanto la eficiencia como la calidad del trabajo.

Debemos reflexionar sobre nuestras propias habilidades y preferencias, así como desarrollar una mentalidad consciente y deliberada en relación con nuestras actividades, puede ayudarnos a encontrar un equilibrio saludable. Al hacerlo, podemos aspirar a vivir y trabajar de manera más consciente, eficiente y satisfactoria.

*Rectora de Areandina Valledupar