Contrasta su belleza exuberante y mágica con la indescriptible pobreza de sus habitantes. Dicen que en esta región el nobel García Márquez terminó su trabajo literario de su famosa novela Cien años de soledad, pues ya antes, en 1954, como periodista había escrito numerosas crónicas, un país dentro del país, con malaria, hechicería y supersticiones. Así lo describía, en su artículo titulado La Marquesita de la Sierpe: “Hay gente buena y mala como en todas partes, pero más desconfiada de los forasteros que en cualquier otra. Se divierten como todo el mundo, con un tambor, una caña de millo y una tinaja de aguardiente destilado en uno de los cuartos de la casa. Es gente que vive mal y come mal, pero hace ambas cosas en abundancia…”. Dicen que en una laguna adentro de Majagual aparecen sirenas hermosas que bailan fandango sobre sus aguas.

La Mojana está ubicada a dos horas de Sincelejo, entre las cuencas de los ríos Magdalena, Cauca y San Jorge. Conformada por once municipios de los departamentos de Antioquia, Bolívar, Córdoba y Sucre. Desde Bogotá tratan, sin ningún éxito, de solucionar un problema de ingeniería hidráulica que les ha quedado grande, cuando ya tenemos el túnel sobre el canal de la Mancha de 50 kilómetros que une a Francia con Inglaterra, por debajo del mar.

Caregato se burla de nuestros ingenieros y del gobierno. Los funcionarios bogotanos se toman fotos con los gobernadores y alcaldes afectados, como el reciente Acuerdo Regional de La Mojana, con un presupuesto de 2.2 billones de pesos, pero sin que se avizore una solución definitiva al problema de las inundaciones periódicas que arrasan cultivos, ganados y pueblos enteros, dejando un panorama de desolación y frustración que revive esperanzas cada cuatro años durante las campañas electorales donde al elector lo capan sin anestesia.

Si se explotara inteligentemente esta región, con inversiones agropecuarias tecnificadas como lo hace Israel y Brasil, tendríamos alimentos para exportar a los países del Caribe que no producen sino reggaetón del malo y vulgar.

En La Mojana tras las primeras inundaciones que se registran en la región por cuenta del desbordamiento del río Cauca los habitantes de esta zona empezaron a padecer y por ello necesitan la ayuda de los gobiernos. Sus habitantes viven distraídos esperando que llegue un mesías o un político populista que los lleve a un estado de confusión, hipersensibilidad y emoción colectiva, manipulados por las redes sociales como lo advierte la escritora francesa Caroline Fourest en su libro Generación ofendida.

@FCuelloDuarte