¿Cuál es el significado de ‘pasar por manteca’? Emiliano Vengoechea, B/quilla

Hace unas décadas, el eslogan publicitario de un aceite comestible era: “No se deje pasar por manteca… cocine con Purísimo”. Ese eslogan, que fue muy popular, aparece en varios diccionarios de regionalismos colombianos, esto es, se usa (o se usaba) en casi todo el país. El Diccionario de americanismos ubica su real origen en la Costa, y le da el significado de “engañar a alguien o demostrarle una actitud de completa indiferencia”. Aunque hoy en desuso, la locución tenía otros alcances: omitir algo, saltar el orden en el turno de alguna actividad, ignorar o pasar a alguien por alto o no invitarlo a una fiesta o a una reunión…

García Márquez condenó los adverbios acabados en ‘mente’, pero en varios de sus libros están. ¿Contradicción? LMA, B/quilla

El no uso de esos adverbios no es un dogma; es un asunto de estilo que García Márquez acogió, del que podemos apartarnos máxime si consideramos que ellos, “acertadamente” usados, abundan en la literatura española desde la primera frase del Cantar del Mio Cid hasta la obra extensa de Borges. García Márquez no los condenó, pero sí dijo en su autobiografía que eran “un vicio empobrecedor”. En una entrevista para Los Angeles Times afirmó: “El adverbio terminado en ‘mente’ es una solución demasiado fácil. Si buscas otra palabra, siempre es mejor”. También dijo: “Antes de Crónica de una muerte anunciada hay muchos. En Crónica creo que hay solo uno. En El amor en los tiempos del cólera no hay ninguno”. Y en otra ocasión: “En mis últimos seis libros no he usado un solo adverbio de modo terminado en ‘mente’ porque me parecen feos, largos y fáciles, y casi siempre que se eluden se encuentran formas bellas y originales”.

Origen y sentido de la palabra ‘ñero’. En Bogotá se usa para llamar a gamines y habitantes de calle. Darío Diago, B/quilla

Aféresis es la supresión de un sonido al inicio de una palabra: compañero-ñero, violonchelo-chelo… ‘Ñero’ como aféresis de ‘compañero’ es voz incierta, pero espontánea y popular, y puede traducir ‘amigo o compinche inseparable’ o ‘persona marginada o de bajo estrato social’. Según el cronista Alfredo de la Espriella, a comienzos del siglo XX en Barranquilla, por diversión, se invertían las sílabas de las palabras; así, ‘compañero’ era ‘ñerocompa’, vocablo de cuatro sílabas que después, por apócope, perdió las dos finales y quedó convertida en ‘ñero’, como nos decían a los barranquilleros. Por cierto, en la década de los 40, nuestro paisano Juan Eugenio Cañavera, desde la emisora Nueva Granada, de Bogotá, como locutor, además de noticias, leía telegramas que allá llegaban para que los destinatarios los oyeran. Los nombres de las urbes de donde procedían los abreviaba: Honda era ‘Hon’, Manizales era ‘Man’, Barrancabermeja era ‘Barran-k’ (Barrancá) y Barranquilla era ‘Barran-q’ (Barrancú). Jugando a invertir sílabas, mencionó al revés Barrancú, y así nació la palabra Curramba.

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