P.: ¿Es mejor escribir a mano o en computador? Novato, B/quilla

R.: Entre gustos no hay disgustos. Veamos que pensaban al respecto dos premios Nobel de Literatura. García Márquez, laureado en 1982, en muchas entrevistas defendió la escritura en computador. De las concedidas al argentino Carlos Gambetta, en 1985, y al galés Raymond Williams, en 1987, extraigo esto: “El computador es una máquina de escribir más simple, práctica y útil. Permite trabajar más rápido y descansado. Si me hubieran dado el computador hace veinte años, tendría dos veces más libros escritos. El computador ha sido muy importante para mí”. Por su parte, Günter Grass, premiado en 1999, le dijo al mexicano Juan Villoro en 1993: “¡Soy enemigo del computador! Es buena herramienta, pero no en la literatura. La de computador es una literatura [en la que el autor] llega pronto al resultado. La escritura artesanal impone otro ritmo. Hay libros en los que se nota el computador. Es obvio que Eco lo usa. Admiro mucho a García Márquez, pero después de leer El general en su laberinto pensé que es una fortuna que haya escrito Cien años de soledad sin tener computador”.

P.: ¿Por qué los jurados de realities de música hablan del color de la voz? Liz Villalba, B/quilla

R.: ‘Color de voz’ es una sinestesia, figura que describe una sensación percibida por un sentido, en este caso el oído (voz), como si hubiera sido percibida por otro, en este caso la vista (color). El color, que son los atributos, lo que distingue, lo que caracteriza a una voz, puede ser chillón, estridente, agudo, u opaco, grave, profundo. Mediante técnicas vocales, los cantantes alteran el color de su voz o la ajustan a las exigencias de lo que vayan a cantar, sea un aria, un oratorio, un bolero, un vallenato… En un reality de canto, un jurado habla del color para indicar cuán clara u oscura, cuán áspera o dulce es una voz.

P.: ¿Cuándo comenzó el hoy desterrado saludo de manos? Aurelio Valera, Malambo

R.: Desde los albores de la Historia los seres humanos derrochamos saludos. El más corriente ha sido el apretón de manos. Se dice que surgió en caminos solitarios, cuando los viajeros, al encontrarse, mostraban la palma extendida para decir que iban desarmados. Según jeroglíficos de más de cinco mil años, para sellar acuerdos y como expresión de paz, en Egipto era común darse la mano. Cerámicas, pedestales y lápidas muestran que los pueblos de Asia Menor saludaban de mano. Griegos y romanos lo hacían aferrándose las muñecas, tal como figura en alfarería y bajorrelieves. Los últimos, además, movían una palma o ponían un brazo en posición diagonal al cuerpo y extendían la mano (nazis y grupos similares contaminaron tanto este saludo que hoy pocos lo usan). En el Medioevo, en señal de buenos deseos, se saludaba con la mano que servía para desenvainar la espada o manipular la lanza, lo que aseguraba que por estar ocupada en el saludo esta no iba a emplearse para agredir.

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