Oí que ‘rumba’ viene de la palabra inglesa rum, que significa ‘ron’. ¿Es cierto? José F. Anaya Fernández, B/quilla
Nada más alejado de la realidad. La palabra inglesa rum es acortamiento de otra, más antigua, rumbullion ‘alboroto’, el mismo que de noche armaban los marinos ingleses cuando bebían un licor derivado de la caña de azúcar, el ron, del que iban provistos. Esto implica que desde el principio el nombre del rum (o ron) esté asociado al bullicio y a la alegría que produce su consumo. Es solo casualidad que las tres letras de rum sean las tres letras iniciales de la palabra española ‘rumba’. De esta, junto al ritmo asociado a ella, se dice que nació en Cuba hacia 1880. Por el gran tráfico cultural y comercial que había entre España y Cuba (la isla era “la joya de la Corona”), este género musical contribuyó a la cubanización de la música española. Fue entonces cuando surgieron las llamadas “rumbas españolas”: flamenca, catalana y gallega, géneros de canto popular ibérico. Ahora bien, me sorprendí al encontrar una alusión a ‘rumba’ en La columna de Leo, libro que recoge textos periodísticos de León de Greiff escritos entre 1945 y 1956. En él se lee: “Es curioso que en 1735 ya se conociese en España la palabra ‘rumba’. Cuenta don Diego [Torres de Villarroel], en el Pronóstico del mesón de Santarén [1735], que ya se iba a dormir, ‘cuando me arrancó el sueño de los ojos la ingrata música de una rumba, que un mulato venía berreando a los golpes de un cribo [objeto de cuero para limpiar semillas]. Menudeaba [ejecutaba] el sochantre [el músico] los porrazos en el violón del burro [el cribo] y proseguía su canto, con tan desagradables entonaciones que desgarraba las orejas. Estuve mortificado más por sus bramidos que curioso de saber la historia de su jacarandina [música para cantar o bailar]…’ ”. Sin duda, esto arruina la idea del origen cubano, hacia 1880, de la palabra ‘rumba’.
¿Por qué las prostitutas también se llaman rameras? Edward Soto P., B/quilla
Una versión dice que en el Medioevo las prostitutas adornaban las puertas de sus casas con ramas vegetales, aunque Joan Corominas dice que en realidad eran ramos de flores, y que “se explica [el nombre] porque la ‘ramera’ al principio era una prostituta disimulada que fingiendo tener taberna ponía ramo a su puerta”. Pero el lexicógrafo Sebastián de Covarrubias ya había dicho en el siglo 17 que “se les empezó a llamar rameras a las prostitutas porque estas vivían en las afuera de las ciudades, en unas chozuelas cubiertas de ramas, lugar en el que ejercían su oficio”.