¿Cuál es el origen de las palabras ‘perendengues’ y ‘merequetengue’? Roberto Coba Sourdis, B/quilla

‘Perendegues’ viene del latín pendēre ‘pender’, es decir, lo que cuelga, como aretes, pulseras y otros adornos, por lo general femeninos y de poco valor. Según Joan Corominas, está documentado desde 1674 y es “término popular y de formación incierta”. Consuelo Araujonoguera, en su Lexicón del valle de Upar, lo relaciona con “accesorios, cosas superfluas, inútiles; excesos en la moda, en las costumbres, en el lenguaje mismo: ‘Dilo ligero, que tú usas muchos perendengues para hablar’ ”. También se asocia con adornos de mal gusto: “Su sala fatiga con tantos perendengues”. El Lexicón semántico y etimológico del latín, de Segura Munguía, registra ‘perendengues’ como sinónimo de genitales masculinos, pues estos cuelgan, lo que guarda relación con su sentido etimológico. Respecto a ‘merequetengue’, deriva del venezolanismo ‘merequetén’, que el Diccionario de americanismos registra como “problema, ambiente de confusión o desorden”. Después, el ingenio popular le agregó la sílaba /gue/ muy probablemente porque la palabra ‘merequetengue’ evocaba a ‘merengue’, el ritmo musical dominicano, y fue entonces cuando también pasó a significar “fiesta, rumba, celebración”.

¿Cuándo la coma reemplaza al verbo? Jorge Atanasio, B/quilla

Un secreto para escribir bien es hacerlo con economía de palabras, es decir, mientras menos letras usemos para expresar algo, mucho mejor. Por eso, ¿por qué escribir “en el día inmediatamente anterior” y no “ayer”?; ¿por qué escribir “sucedió al interior de la oficina” y no “sucedió en la oficina”?; en fin, ¿por qué escribir “en los años comprendidos entre 1939 y 1945 acaeció la guerra” y no “entre 1939 y 1945 acaeció la guerra”? En cuanto a la coma, es un elemento que ayuda a escribir con brevedad y a sobreentender un verbo cuando lo sustituye. Por eso, esta frase: “De Soledad llegaron cuatro mil hinchas; de Galapa llegaron mil”, puede quedar así: “De Soledad llegaron cuatro mil hinchas; de Galapa, mil”. Aquí la coma ha reemplazado a la forma verbal ‘llegaron’, lo que se traduce en brevedad. Esa misma coma reemplazante ayuda a sobreentender el verbo sustituido. Por ejemplo, en esta frase: “El Junior perdió el partido; los hinchas perdieron sus sonrisas”, si usáramos una coma sustituta quedaría así: “El Junior perdió el partido; los hinchas, sus sonrisas”. O este ejemplo doble: “En literatura es un genio; en matemáticas es un mediocre”, que podría quedar así: “En literatura, un genio; en matemáticas, un mediocre”.

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