‘Sacar la piedra’ es airar, hacer rabiar. ¿Por qué a veces adquiere connotación sexual? AHO, B/quilla

Alario Di Filippo acoge lo de hacer rabiar, pero añade “que en algunas partes del Tolima y en la Costa, en veces dan sentido obsceno a esta expresión”. Se refiere a la acción para que en una relación íntima la mujer alcance el clímax. Pues bien, en Grecia, en la Arcadia, existía Kleítor, una aldea levantada en medio de una llanura sobre una colina, pequeña elevación que, decían, tenía aspecto de clítoris. Rodeando a Kleítor había unas piedras especiales (las fuentes no dicen por qué lo eran, pero sí que a ellas se refirió Plutarco), llamadas las kleitorís o ‘piedras de Kleítor o de la colina’. Es decir, en griego antiguo, kleítor pasó a ser sinónimo de ‘colina con apariencia de clítoris’, y kleitorís a serlo de las piedras que abundaban en esa colina. Esta hipótesis entraña asociación entre clítoris y piedra.

¿Cuál es el origen de nefelibata y su real significado? José Antonio Moreno A., Guayaquil

Nefelibata es un soñador o quien anda por las nubes. Viene del griego nephélē ‘nube’ y -bátēs ‘que anda’. En español apareció por primera vez en dos poemas de Rubén Darío, “¡Eheu!” y “Epístola”, de El canto errante (1907). Se trata de un cultismo, o sea, de una palabra de origen griego o latino o de dos de ellas fusionadas, que un escritor o un esteta incorpora a su lengua en busca de expresividad. La voz que nos ocupa, en realidad es portuguesa, nephelibata, y se usaba en el siglo XIX. Dados los muchos préstamos entre lenguas de países próximos, y dado que entre noviembre de 1906 y marzo de 1907 Rubén Darío residió en Mallorca, donde escribió los dos poemas mencionados, creeríamos que por esos días allí conoció la palabra e innovó con ella. En Colombia, León de Greiff la usó varias veces, pero porque la aprendió de Rubén Darío, y seguramente ese fue el mismo caso del presidente Alberto Lleras, quien es de la misma generación de De Greiff, y quien, tal como lo anota el lector, la usó en Mi gente (1975), su libro de memorias.

¿Por qué se dice ‘tomar el desayuno, las onces…’, y no ‘comer el desayuno, las onces…’? Edgardo Salas, B/quilla

Es error creer que uno de los sentidos más básicos del verbo tomar es beber. No; tomar es muchas cosas, tanto así que el Diccionario recoge 39 acepciones, de las cuales solo dos se refieren a tragar: la “6. Comer o beber: ‘Tomar un desayuno, el chocolate’ ”, y la “35. Ingerir bebidas alcohólicas” (señalada como americanismo). Tomar el desayuno es expresión universal en el idioma, y va por el sentido que más abunda con respecto a este verbo, que es coger, aprehender, apropiarse. Si no estamos de acuerdo con esta apreciación, debemos tener claro que la lengua no es siempre lógica. Por eso, hay locuciones que son disparates, pero que debemos considerar válidas porque la lengua las ha impuesto. Por ejemplo, saludar diciendo “¡buenos días!” y no “¡buen día!” cuando se trata de uno solo.

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