Ir a Blockbuster, buscar en la estantería una película, hacer fila, firmar un papel y llevarse una copia en DVD para devolverla al día siguiente es una escena retrógrada y analógica, inconcebible en la actualidad.
Para David Vélez, fundador del banco digital NuBank, esa es la misma experiencia que se vive hoy cuando un cliente va a una sucursal bancaria para retirar efectivo, hablar con un asesor para abrir una cuenta, o hacer fila para pagar un recibo.
El mundo de la banca tradicional, al igual que Blockbuster, está destinado a desaparecer. Porque en Colombia hay más de 77 millones de celulares, de los cuales al menos 39,6 millones son smartphones con conexión a internet (Fuente: Branch). Esto significa que, para David Vélez y las más de 560 Fintech en Colombia (empresas financieras digitales) cada uno de esos smartphones es una sucursal bancaria en el bolsillo. (Fuente: Galileo)
Hoy más del 60% de las transacciones siguen siendo en papel. Esto representa unos altísimos costos para la banca tradicional los cuales pagamos todos los cuentahabientes en cuotas de manejo.
La digitalización de estos procesos es una vía para bajar estos costos. Las pasarelas de pago como Nequi, Daviplata, TransfiYa, RappiPay y PSE, entre las más conocidas, han sido una oportunidad de digitalización e inclusión financiera. Pero la interoperalidad entre ellas ha sido un problema. Ninguna interactúa en tiempo real con las demás.
Por esta razón, el Banco de la República decidió copiar el exitoso modelo brasileño de pago instantáneo llamado PIX, el cual ha cambiado la cultura financiera de más de 160 millones usuarios. Nuestra versión se llamará "Bre-B" y marcará un antes y un después en el 2025.
Esto significa que habrá una pasarela de pagos oficial para todos los bancos. Que todos comenzaremos a utilizar menos efectivo, y los pagos y recaudos podrán hacerse de manera práctica y en tiempo real. Frases tan improductivas como "¡Mándame el comprobante!" o "hay que esperar a que se refleje" pasarán a la historia.
El gran beneficio de digitalizar los movimientos financieros es, sin duda, la disponibilidad de datos. Si este servicio funciona como se espera, las financieras podrán acceder a información que permitirá análisis de riesgo automatizados otorgando más microcréditos a quienes necesitan capital.
Préstamos regulados de 50 o 100 mil pesos serán una realidad mucho más segura, transparente y económica, en contraste con la única opción que tienen actualmente muchos excluidos del sistema financiero: someterse al costoso, ilegal y peligroso gota a gota.