El Club ABC de Barranquilla, fundado a principios del siglo pasado por comerciantes y dirigentes políticos, es un testigo silencioso del tiempo. En sus inicios, se erigió en una majestuosa casa en pleno centro de la ciudad, un lugar destinado a ser el epicentro de las decisiones que moldearían el rumbo de la sociedad barranquillera.

Luego de varios traslados e intentos de mantenerlo vigente cerró sus puertas por varias décadas. Pero en el año 1991 fue refundado por los hijos de antiguos socios originales, en una casona republicana del viejo barrio El Prado. Una joya arquitectónica de los años 30 que conserva en sus baldosas las siglas del club: Arte, Belleza y Cultura.

Hoy, el Club ABC es un enclave exclusivo donde el buen gusto se refleja en cada rincón. Los socios disfrutan de la exquisita gastronomía del chef argentino Mario Avallone y celebran sus reuniones en salones que, a pesar de los años, mantienen el clasicismo y la elegancia que los caracterizan. Cada detalle en sus pisos, techos y paredes cuenta la historia de un tiempo pasado que se niega a desaparecer.

Pero si hay un rincón que despierta curiosidad y asombro, es su enigmática cava de vinos, cuyo origen está envuelto en misterio. Los refundadores del club relatan que, durante las obras de remodelación, un hallazgo inesperado cambió el curso de la historia de la casona. Bajo el piso del patio, un socavón fue descubierto; cuanto más cavaban, más profundo y amplio se volvía.

Lo que encontraron fue un cuarto secreto, oculto casi 5 metros bajo tierra, con dos niveles y un túnel derrumbado cuyo destino sigue siendo un enigma. Tras desalojar a los murciélagos y limpiar el moho acumulado, lo único que permanecía en pie era una robusta mesa de madera, testigo mudo de un pasado incierto.

Las preguntas no tardaron en surgir: ¿Qué propósito tenía ese sótano? ¿Por qué un túnel conducía desde allí? Los registros históricos revelan que la casa fue habitada por un alemán que llegó a Barranquilla durante la Segunda Guerra Mundial. ¿Era una bodega de armas? ¿Un refugio para un “Fürer” en fuga? Los rumores dejan más preguntas que respuestas.

Hoy, ese cuarto oculto se ha transformado en una cava donde reposan vinos exclusivos, pero la mesa sigue allí, en el mismo lugar donde fue encontrada. En ella se han sentado figuras influyentes de la ciudad y del país, degustando platillos dignos de banquetes y discutiendo el destino de una sociedad que, como el Club ABC, continúa escribiendo su historia.