Las universidades desde la administración o gerencia educativa son corresponsables del cumplimiento y desarrollo de los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS), declarados en el 2015 por la ONU, para mejorar, cambiar y salvar al planeta, a través de una agenda, que incluye temas de relevancia y trascendencia humana, como son: la erradicación de la pobreza y del hambre, la salud, la educación, igualdad de género, agua limpia y sostenible, energía asequible no contaminante, trabajo decente y crecimiento económico, industria, innovación e infraestructura, reducción de desigualdades, ciudades producción y consumo responsable, y comunidades sostenibles, acción por el clima, vida submarina, vida de ecosistemas terrestres, paz justicia e instituciones sólidas.
El proyecto educativo institucional (PEI), la misión, visión, oferta académica, planes y modalidades de estudio, modelos pedagógicos y de evaluación de las universidades en el mundo deben actualizarse y contextualizarse a las necesidades no solo locales, regionales, nacionales e internacionales, sino globales, donde la interdisciplinariedad ya no puede mirarse por si sola, sino acompañada de la interculturalidad en los currículos, para poder ser efectivos en la satisfacción de las parvedades humanas. Desde la triada que representa las funciones sustantivas de docencia, extensión e investigación que desarrollan la razón de ser de las IES, sumadas específicamente al cuarto ODS conformado por la educación con inclusión, equidad y calidad, que motiva la metamorfosis de las Universidades.
Las Universidades se transforman en escenarios de compartir, de cooperación y colaboración de experiencias académicas interfacultades, locales, nacionales e internacionales, de aulas sin fronteras, donde la actividad docente será reasumida desde actividades de asesoría y mediación pedagógica entre lo tecnológico, lo digital, lo cultural, la innovación e investigación, lo que implica unas nuevas competencias que permitan garantizar un aprendizaje, que permita un ejercicio profesional pertinente a la nueva ciudadanía en un ecosistema digital, intercultural y global.
Lo magistral desde lo unilateral del acto docente, pasa a lo magistral desde lo colectivo en los resultados de aprendizaje, se posicionarán más los programas académicos y cursos de cualificación en modalidad virtual y a distancia, cohabitando con lo presencial, para una educación hibrida, guiada por un modelo de aprendizaje basado en el conectivismo; ello será una muestra clara de innovación, digitalización, inclusión e investigación, se integrarán nuevas competencias para evaluar a los estudiantes frente al saber hacer desde el ser, como las competencias emocionales y las habilidades blandas.
El emprendimiento será una constante no solo para la creación de empresas, sino como forma de pensamiento, como actitud positiva y proactiva que logre convertirse en aptitud para generar proyectos y actividades productivas por la interacción con el sector productivo, y el fortalecimiento de alianzas con entidades de cooperación internacional para generar soluciones conjuntas y articuladas en pro de los ODS, a través de actividades de extensión, de innovación, e investigación.
Como dice Freire: “El mundo no es, está siendo”, por ello, es necesario que los seres y procesos humanos estén constante Re: redefinición, reinvención, readaptación, reestructuración, resignificación y reconstrucción; y que las universidades con sus unidades académicas sean más felices, emprendedoras, digitalizadas, globales y humanas.
* Decana de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Institución Universitaria Americana de Barranquilla.