Los cuarentaiséis segundos que duró la pelea entre Imane Khelif (Argelia) y Ángela Carini (Italia) en los Juegos Olímpicos de París 2024 fueron el preludio del escándalo. La competencia de boxeo en la categoría peso wélter ha puesto más fuego aún en la llama olímpica, desatando una andanada de críticas contra la deportista argelina por ser, supuestamente, un “hombre” que compite contra mujeres. Según lo dicho por el Comité Olímpico Internacional (COI), «científicamente, no hay nada que diga que (Imane) es un hombre que pelea contra una mujer». Para una sociedad global que se debate entre la lucha por la inclusión y las doctrinas discriminatorias de antaño, la existencia de una mujer como Imane Khelif supone un problema mayúsculo.
Citius, altius, fortius ha sido desde siempre la inspiración de los atletas o deportistas del mundo que sueñan con lograr una presea olímpica. «Más rápido, más alto, más fuerte» ha sido el lema de los Juegos Olímpicos desde su primera edición en 1896 en Atenas (Grecia); sin embargo, para la boxeadora argelina, una mujer con altos niveles de testosterona —pero mujer, al fin y al cabo—, aplicar ese histórico eslogan en el enfrentamiento contra la boxeadora italiana, que decidió retirarse de la competencia tras recibir un potente golpe en el rostro, le significó la descalificación por parte de millones de personas que han juzgado ferozmente su apariencia y han desestimado sus capacidades calificando su participación de “injusta”, como si de un momento a otro todos/as los/as que la critican descarnadamente se hubieran convertido en expertos en género y genética.
Esta polémica no empezó hoy ni terminará mañana. Los asuntos de género e identidad no solo exigen que se hable al respecto —con el respeto que, independientemente de la categoría de género en que nos inscribamos, merecemos todos los seres humanos—, sino también que se establezcan líneas cada vez más claras para entendernos según lo que somos, mas no lo que parecemos. La gran mayoría de justas deportivas internacionales se rigen por un criterio de elegibilidad basado en el documento de identidad de cada participante. Según el COI: «Al igual que en competiciones anteriores de boxeo olímpico, el género y la edad de los atletas se basan en su pasaporte».
La primera línea del célebre soliloquio de Hamlet, de William Shakespeare, es la afirmación que abre una eterna y necesaria pregunta: «Ser o no ser, esa es la cuestión».
@catalinarojano