Después de los años impactantes de la pandemia por la covid-19, nada volverá a ser como antes. Buscar el bienestar físico y mental, la tranquilidad, la felicidad y en general una buena calidad de vida, son logros a los que todos seguimos aspirando desde diferentes perspectivas, edades y situaciones en las que el diario vivir nos va llevando. Los registros estadísticos mundiales y nacionales, sobre los cuales existen tantas controversias, parecen estar llevándonos a observaciones cada vez más precisas.
Para quienes nos ha tocado una participación directa sobre las enfermedades infecciosas, a pesar de todas las experiencias anteriores y el gran número de apoyos, comunicaciones e interrelación directa con los avances científicos, contamos con herramientas fundamentales que nunca antes habían estado rápidamente al servicio de las ciencias médicas y del público en general.
Encontrar, detectar por medio de la tecnología científica avanzada la presencia de virus, bacterias y demás microorganismos, invisibles si no contáramos con tan importantes adelantos de la ciencia, que incluyen la inteligencia artificial, ha sido uno de los grandes avances de nuestro siglo. Pero nada de esto tendría ningún valor, sin la apreciación clínica para detectar con el apoyo de la mencionada tecnología, sino logramos el contacto con las personas afectadas, con los enfermos. Es este contacto el que nos ha llevado a sacar en tiempo récord conclusiones para darle un mejor manejo y control de la epidemia. La detección clínica de casos, unida a la confirmación diagnóstica con el apoyo de los laboratorios y otros medios, resulta ser la medida inicial de la evolución de la pandemia que nos azota. En estos momentos, cuando se nos ha permitido después de un alto número de contagios, defunciones, que desbordaron nuestra disponibilidad de personal médico, enfermería, laboratorios, camas hospitalarias, unidades de urgencias y cuidados intensivos, equipos médicos, medicamentos, y por supuesto, capacidad presupuestal de respuesta. Empezamos a delimitar señales claras de nuestras siguientes actuaciones, para el desarrollo de programas de prevención para evitar los contagios, y disminuir el impacto del virus sobre pacientes con condiciones que favorecen un mayor daño a los individuos infectados. Ya reconocidos, la obesidad, la diabetes, la hipertensión arterial, pacientes trasplantados o en terapia inmunosupresora, que disminuya sus defensas. Fumadores o con enfermedades pulmonares previas, o enfermedad cardiovascular importante, antecedentes de enfermedad coronaria, no vacunados, y otros.
Destaco en esta ocasión un elemento fundamental que recomendar urgentemente, como lo es la demora en el diagnóstico, y en la atención de los enfermos, cumpliendo protocolos que cambian la evolución de la enfermedad. Si bien la evolución natural de la covid-19 tiene un gran porcentaje hacia la curación, también es verdad que la excesiva confianza en su manejo y falta de control en el crecimiento de los contagios podría llevarnos a situaciones como las que ya se están viviendo en otros países, como la China, con unas 30 millones de personas confinadas, en 13 ciudades, 5480 infectados en un solo día, ya que de no hacerse así, podrían verse mayormente afectados.
La vigilancia de casos, y la atención oportuna de los que continúan enfermándose, no debe ser descuidada. Las medidas de uso de lavado de manos frecuente, tapabocas, distanciamiento en espacios cerrados, igualmente la vacunación y la preparación del sistema de salud, debe continuar y no puede descuidarse, cuando ya sabemos que nuevos rebrotes son probables con nuevas variantes, como está sucediendo aún en países con condiciones de desarrollo más avanzados que el nuestro.
La llegada de eventos masivos, públicos o privados, como el carnaval en los próximos días, debe cumplir con recomendaciones actuales, oportunas y claras, para evitar el nuevo crecimiento de casos, con sus graves repercusiones. Insistir en aumentar la protección inmunológica con la vacunación consciente y necesaria, reiterando el llamado a quienes no lo han hecho y si es necesario reforzando las vacunaciones anteriores. El llamado a la ciudadanía es a la autoprotección, y entretenimiento, con respeto a las normas y reglamentaciones, que buenos resultados nos han dado.