Desde que Petro subió al poder se ha incrementado el distanciamiento de las clases sociales en el país como si fueran antípodas, con la intención de crear odios.
No nos explicamos por qué el primer mandatario insiste en ese propósito desconociendo el aporte del sector privado a la generación de capital, empleo, progreso, desarrollo. Como en todos los países del mundo. Los gobiernos no generan riqueza, ni inversión, ni producción porque además, no es su oficio. El Estado por génesis es y debe ser siempre un generador de servicios, de oportunidades, de obras públicas gratuitas para todo el conglomerado humano, ordenando con los sectores impositivos la regulación de estos dos encuentros entre lo público y privado. Lo demás es charlatanería de bajo calibre como residuo de ideologías caducas del siglo pasado que ya se convirtieron en museos del intelecto pero sin tolerancia alguna en la era del tecnicismo y el mundo virtual. Que tal que le propongamos a la Inteligencia Artificial hoy día que nos de una Constitución Política que regule la inversión social?
Pero estamos equivocados. Cada día hay un intento del gobierno para distanciar lo que puede entenderse complementario. Atrás deben quedar los odios y los estímulos a las pasiones desbordadas. Iniciemos diálogos, acerquémonos a compartir ideas, inquietudes, objetivos comunes. Hace un mes las Inversiones Forzosas cayeron como balde de agua fría. Y la nobleza de la clase privada, los dirigentes de la banca le dijeron al gobierno hablemos, que tanto necesitan, se los préstamos. Y ante el despilfarro de la caja y tesorería del Estado, además por los robos gigantescos, dialogaron la banca privada y el gobierno haciendo realidad miles de millones de dinero líquido que solventaron las angustias del despilfarro oficial. "Pacto por el crédito" se llamó por la prensa el gran acuerdo que se consiguió en una sola reunión. Entonces por qué no acercarnos más en todos los aspectos? ¿Podemos buscar que el gobierno entienda que el sector privado sea un aliado, un socio y no un enemigo? ¿Para qué sirve tanta mentira pública de que el pueblo es una víctima si el pueblo que somos todos, vivimos de la producción y sin producción e inversión no habría vida, ni contribuye ni contribuyentes ni impuestos, ni acción social estatal, ni empleo, ni ingresos para millones de colombianos que como en todas partes del mundo viven y transitan la vida sobre el mismo esquema? El gobierno no se ha dado cuenta que aquel ilusionismo llamado comunista del siglo pasado ya fracasó, como murió en la historia el Iluminismo, el Individualismo, el Socialismo Hirsuto, todos ellos porque ya cumplieron su ciclo?