A comienzos de este siglo le dijimos al reciente elegido ex-gobernador Carlos Rodado Noriega que atendiera en el Departamento la embestida favorable del incremento turístico en el mundo, para empezar a formalizar una industria con todo el rigor procedimental del caso. No nos puso mucha atención y nos daba grima observar como otras urbes del país se metían de lleno en esta visión futurista. Cartagena muy aplicadamente, por cierto, mientras nosotros con su gobierno a la cabeza nos quedamos retrasados. Llegaron Eduardo Verano De la Rosa dos veces, José Antonio Segebre y Elsita Noguera De la Espriella y no solo ya comprenden lo que significaba para el futuro sino que el impulso por iniciarse era absolutamente urgente.

En Puerto Colombia-Atlántico el avance a orillas de la playa inmediata del magnífico Centro de Gastronomía Internacional con sus columnas ya hincadas que sin duda alguna será una referencia internacional para el turismo, un foco de atracción para toda clase de turistas que no solamente del exterior sino de todos los rincones de nuestro país llegaran para degustar las comidas y los sabores de tierras lejanas.

En Barranquilla que salía de “la horrible noche oscura de unas Alcaldías tenebrosas”, Alejandro Char y sus sucesores también comprendieron que estábamos frente al filón de la modernidad de una manera profesionalizada como el turismo a gran escala y que era necesario arrancar su estructuración. Para no esparcirnos en historia y tradición del turismo en el mundo donde Francia ya llegaba en el 2010 a los 50 millones de turistas y por acá México se acercaba a los 15 millones de visitantes, la verdad es que por fin el Atlántico y Barranquilla arrancaron con pie derecho y todo el respaldo oficial.

Habíamos representado a nuestro país en COTAL la más grande Confederación de Turismo de América Latina con sede en Buenos Aires como Presidente y recorriendo el mundo advertimos de inmediato dos temas fundamentales. Era la nueva industria mundial ese turismo agresivo y nosotros, en este rincón del Caribe teníamos mucho que ofrecer si lo formalizamos, lo estructuramos, lo ordenamos y empezábamos a desarrollar con todo el rigor profesional. Así lo discutimos con las primeras autoridades locales y ahora, lo vemos, está el resultado: Ya somos una Región y una capital con criterio y estructuración turística con sabios pasos, decisiones, alternativas muy profesionalizadas, ya estamos en el panorama mundial y lógicamente nacional en este aspecto.

En pasados días, localmente, en el lanzamiento del Plan de Turismo del Atlántico para este año en el Cubo de Cristal por parte del gobernador Eduardo Verano, nos sentimos que ya habíamos llegado a la primera meta. Son varias más. Seguimos avanzando y nos sentimos orgullosos de que todo lo que habíamos envidiado en los recorridos internacionales empezaba a aterrizar con éxito en nuestra Patria Chica. Vamos ya en el sendero correcto y al frente de estas directrices se encuentran unos profesionales muy capacitados y principalmente con ganas, que hoy tienen el cuerno entre las manos.

Enhorabuena Atlántico y Barranquilla.