Es raro que algún momento en su vida no haya terminado cantando o bailando una canción de Los Bee Gees. Hacen parte de la banda sonora de varias generaciones.
Son uno de los grupos más importantes de la historia de la música pop. Han vendido más de 150 millones de discos en el mundo y su legado es indiscutible.
Pero la historia de Los Bee Gees tiene capítulos llenos de éxitos como otros de profunda tristeza, alguno de ellos hasta de injusticia.
HBO estrenó recientemente un extraordinario documental titulado How can you mend a broken heart, como una canción de la banda, que cuenta su llegada al estrellato y luego su posterior caída. Los Bee Gees nacieron en el Reino Unido, pero se fueron a vivir desde pequeños a Australia. Allí comenzaron su carrera musical impulsados por su padre.
Barry y sus dos hermanos gemelos, Robin y Maurice, formaron su banda a finales de los años 50. Tuvieron éxitos pequeños en sus inicios hasta que a finales de los años 60 enviaron un demo a Inglaterra, a Brian Epstein, mánager de Los Beatles.
Epstein estaba por supuesto muy ocupado y le pasó el demo a su socio Robert Stigwood, que de inmediato los firmó.
Su primer hit, New York mining disarter, se convirtió en un éxito en la radio, debido a que sonaba muy parecido a The Beatles y muchos los confundían.
Comenzaron su carrera de éxito con canciones suaves, en las que el famoso Vibrato de Robin Gibb marcaba el estilo del grupo.
Luego de varios éxitos, fracasos, e incluso una separación, se sentían estancandos, y es cuando Eric Clapton les recomienda en 1975 irse a Miami y contagiarse de nueva energía y grabar en Criteria Records. Era el estudio de moda por esos días.
Influenciados por el sonido Disco y bailable de la época, Los Bee Gees cambian su estilo. El famoso falsete de Barry se convierte en su sello y comienzan una carrera de éxitos que los transformó en grandes estrellas mundiales.
Su mánager Robert Stigwood estaba produciendo una película que reflejaba la cultura Disco. Se trataba de Saturday night fever con John Travolta. Les encantaba hacer la música, a pesar de que las famosas escenas de baile habían sido grabadas, pero con música de Stevie Wonder. Al final se cambió la musicalización para incluir hits como: Night fever y Staying alive, entre otros.
Los Bee Gees se convierten en los Reyes del Disco, pero a finales de la década de los 70 se gesta un movimiento anti-disco que termina perjudicando a la banda. El movimiento dio sus frutos y todo lo disco pasó de moda, incluyendo injustamente a Los Bee Gees.
Sus ventas cayeron estrepitosamente, dejaron de girar y se dedicaron a componer para otros artistas, logrando grandes hits para Barbra Streisand, Diana Ross, Kenny Rogers y Celine Dion.
Los momentos duros continúan cuando en 1988 muere su hermano menor Andy Gibb, que después de una carrera exitosa, había caído en serios problemas de drogas. El grupo estaba a punto de anunciar su incorporación a la banda.
Luego de 10 años de lanzar discos, pero sin presentarse en vivo, vuelven a los escenarios. En 2002 muere Maurice a los 53 años de un ataque cardíaco. El trio, ahora dúo, termina retirándose. Solo hicieron algunas apariciones benéficas esporádicas.
En 2012, luego de una dura batalla con el cáncer, muere también Robin, sobreviviendo únicamente Barry Gibb, el mayor de todos.
Barry a los 74 años permanece activo, pronto lanzará un disco con sus éxitos que compuso con sus hermanos a lo largo de su carrera, pero esta vez a dúo con grandes artistas de la música country.
Vale la pena recordar una vez más a Los Bee Gees y si no son tan familiares para usted, por temas generacionales, disfrute el poder descubirlos. Es momento de hacer un poco de justicia musical.