No ha sorprendido a la opinión nacional el respaldo que el presidente Petro ha ofrecido a Nicolás Maduro en su reciente enfrentamiento con EE.UU. Desde que explotó el escándalo de los apoyos de la campaña y supuestamente el embajador Benedetti informo sobre un aporte de 15.000 millones de pesos del vecino país todos pensamos en una dependencia “diplomática” con el hermano país.

La apertura de la frontera y el libre comercio, así como la idea de crear una zona binacional confirman la buena relación de los mandatarios sobre todo considerando que Colombia no reconoce al “ganador” de las últimas elecciones.

Sin embargo es preocupante que se desconozca al Cartel de los soles y a los criminales del Tren de Aragua, a pesar de los señalamientos no solo de los norteamericanos sino de gran parte de la comunidad internacional.

Aunque Caracas afirma que no tienen cultivos de coca y que el 80% de la que sale al mercado lo hace por Colombia, que es la máxima productora mundial, algunos capos detenidos en EE.UU parece que han dado otra información.

Ojala en el eje Bogotá-Caracas resulten involucrados altos funcionarios colombianos que serían perseguidos por la justicia norteamericano y causarían un inmenso perjuicio al país por nuevas sanciones.

Arturo Baena