Necesariamente, es importante que cualquier ciudadano del mundo sepa algo de virología, a pesar de que, cada vez los infectólogos que trabajamos diariamente contra los virus, teniendo que seguir estudiando la gran cantidad de mecanismos que les ha permitido permanecer en el planeta como uno de los grandes peligros universales.

Empecemos porque no solamente producen daños a los adultos, a los pobres y a los ricos, sino también, deformidades tan graves, desde el nacimiento, que le dan un destino en el que, la vida es peor que la muerte. Así, tenemos el Zica, un virus que permanece en la tierra, llenando una de las condiciones generales de los arbovirus, aprovechar de huéspedes que los hacen inmortales, primates no humanos, monos, o de mosquitos, como los Aedes, el de las patas pintadas de blanco, que los hace diferenciarse de otras especies de mosquitos, y que también, puede producir la enfermedad llamada Chikunguña, por el virus del mismo nombre, que con solo ver el caminar del paciente, se puede sospechar su presencia, o cuando la manifestación más frecuente de fiebre y dolores de los huesos, se parece. Comúnmente, difícil de diferenciar del más frecuente, el virus del dengue, conocido de muchos, con la capacidad de atacar y acabar con el más fuerte, dañando órganos vitales, en un tiempo corto, sin poder detener su paso destructivo. Estos virus zika, chikungunya y dengue, aunque severos, tienen menos probabilidad de muerte que el más destructivo de los arbovirus, el de la fiebre amarilla, ampliamente reconocido por las grandes epidemias, que se dice, pudo haber matado más que las guerras en el pasado. Su paso devastador sobrepasa a los peores, dejando estelas de muerte por donde llega.

Si tenemos enemigos entre nuestros propios congéneres, del mismo reino, hombres o mujeres, que ahora más que nunca, sin sentimientos ni restricciones se matan entre sí, muchos con fines criminales o, con actitudes, como en la guerra por territorios, por religión, por plata o por poder.

Sabemos tan poquito de los arbovirus, que han sido descubiertos en el mundo, unos 250, de donde, alrededor de ochenta de ellos producen enfermedades. Sin la existencia de los estudios moleculares, no nos hubiéramos dado cuenta que son tantos, al no contar los asintomáticos, pero también vemos aquellos, con manifestaciones severas, haciendo el manejo de cada caso un capítulo aparte, con la necesidad de utilizar las técnicas y tratamientos más avanzados para poder salvar vidas.

Increíblemente, en los últimos años, políticos sin conocimientos, ni escrúpulos, se han ido lanza en ristre contra lo que nos ha hecho evitar la desaparición de nuestra especie. Son las vacunas, que corrobora la frase bíblica, “Dios nos da el castigo, pero también la salvación”, al permitirnos enfrentar con la mejor arma de combate, los anticuerpos contra los virus, y la cascada de una serie de sustancias del organismo que impiden la altísima mortalidad, que solamente las vacunas nos pueden dar.

No hay todavía tratamientos comprobados contra los arbovirus y muchos otros virus, la única defensa son las vacunas. Dejemos de buscar la muerte que ella siempre nos llega. Pero, no nos puede convencer el ignorante, quien, aumentando los indudables efectos secundarios, nos hacen perder la mejor defensa, vacunémonos y cumplamos con las normas sanitarias de control de vectores, mosquitos principalmente, igualmente, el lavado de manos y los aislamientos.

@49villanueva