Aunque la información sobre el conflicto desencadenado entre la administración Trump y la Universidad de Harvard todavía tiene bastante tela que cortar, debido a que un Juez del Estado de Massachussets, ha detenido las acciones de la Presidencia de los Estados Unidos, se vienen otras decisiones en segunda instancia que pueden llegar hasta las más altas cortes de justicia.
El motivo inicial ha sido un señalamiento de prácticas de antisemitismo, dentro de la Universidad a través de unas denuncias en proceso de investigación, colocadas en la pasada Rectoría de la única mujer negra que solamente estuvo ocupando ese cargo durante unos meses y a quien, al parecer por intervenciones del gobierno, hicieron renunciar. Pero la intervención de orden presidencial ha llegado más lejos, en una innegable persecución contra la Universidad más antigua de los USA. Solicitudes para vigilancia de los programas de enseñanza, suspensión de derechos adquiridos en justa competencia de Grants o pagos para la investigación y formación de estudiantes. entre los que se incluyen un 25 % de estudiantes extranjeros, de donde han salido un gran número de investigaciones, inventos y soluciones a muchos problemas de la humanidad.
Por haber logrado mi especialización en Enfermedades Infecciosas, y alcanzado un Post grado en Salud Pública Internacional, creo es importante confirmar que durante todo el tiempo que estuve, nunca vi ningún ataque antisemita, ni atropello o violaciones a los estudiantes judíos, con quienes compartí durante mi estancia en igualdad de oportunidades. Tampoco es cierto que, en Harvard, solo estuvieran estudiantes ricos, ni que se diera otro tipo de estigmatización. Por el contrario, siempre me llamó la atención, el respeto y el trato que sus profesores ofrecen a sus estudiantes. Si bien es cierto, que en Colombia durante mis estudios sentí un afecto muy elevado por mis profesores, en Harvard todavía no los he olvidado y, por el contrario, me siento muy agradecido de todo lo que me dieron, al compartir sus conocimientos sin egoísmos. Con ellos me pude devolver a mi país. en donde todavía no existía la especialidad de Infectología, permitiéndome entregar buena parte de lo aprendido.
Las consideraciones sobre la equidad, los direccionamientos, al apoyo a países en bajos niveles de desarrollo fueron y siguen siendo valiosos, permanentes y útiles, para tratar de corregir las grandes diferencias en las poblaciones mundiales.
Demostrar de alguna forma, una política anti semitista en Harvard será improbable, mientras haya tantas voces y testigos como yo, junto con miles de estudiantes que, con hechos, demostraríamos lo contrario. No hay ninguna razón consecuente, para desatar una lucha que por el contrario va a dejar muy claro que se siguen necesitando, universidades que como Harvard le han dado apoyo a la formación educativa de grandes personajes, con altos reconocimientos mundiales y, la inclusión de un gran número de estudiantes extranjeros.
Ojalá pudiéramos sugerirle respetuosamente, al Presidente Trump, que deje de gastar tiempo en esas luchas internas y trate realmente, de ayudar a terminar los horrores de las guerras mundiales, en un mundo que no parece sentir, unos de los momentos y sufrimientos más repugnantes de la humanidad.
@49villanueva