En razón de la situación de violencia y la sensación de inseguridad que se vive en la ciudad y el departamento, dentro de los análisis y propuestas que uno se hace para sobrevivir al asunto me tomé el atrevimiento de llamar al Distrito 21 de la Policía de Chicago con la idea de hablar con el sargento Hank Voight para plantearle la situación que estamos viviendo a ver qué se le ocurre para resolver una problemática muy compleja en una ciudad que no se merece lo que está sucediendo.
Me respondió la sargento Trudy Platt, la del humor cáustico, la que atiende las llamadas y al público. Me identifiqué como habitante de una ciudad a la que llamaban “El Mejor Vividero del Mundo” porque era la ciudad más bacana del planeta, pero, por unas razones muy largas de explicar, le cambiaron el nombre por Quillami, una forma de vivir con ínfulas de gran ciudad, pero en medio de un clima de inseguridad en el que cualquier ciudadano puede verse envuelto en una situación de peligro que va desde presenciar un tiroteo entre bandas o un atraco, ser atracado él mismo, pasando por ser víctima de extorsión, hasta el temor de estar en sitios públicos por la amenaza de que algo malo pueda pasar.
Me pidió detalles sobre lo que sucede y le dije que anotara datos del Observatorio de Seguridad Ciudadana. En el primer semestre del año los homicidios aumentaron en Quillami un 16 %, una tasa de 16.2 por cada 100.000 habitantes, la más alta desde 2016; en el Departamento el aumento fue de un 89 %, con lo cual superó el número de homicidios de 2023. Si se mantienen los promedios actuales, la ciudad podría cerrar el año con 388 homicidios, una tasa de 29 por cada 100.000 habitantes. En el mes de agosto hubo 92 casos y en septiembre 84. El pasado fin de semana fueron 12 homicidios entre viernes y domingo en los que cayeron dos menores.
Le envié por whatsapp las cifras publicadas por el observatorio acerca de los diversos ítems que muestran los aumentos de los niveles de violencia del 2023 al 2024 en homicidio, extorsión, lesiones personales, hurto a personas, hurto a residencias, hurto a comercio, hurto de automotores, hurto de bicicletas y otros. Ya ni las rejas de las casas sirven para evitar un atraco.
Trudy se preocupó en serio con estas cifras y decidió comunicarme con el sargento Voight, cuando aparecieron Hailey Upton y Kim Burgess, las detectives, las dos mamacitas de la serie, aproveché para mandarles un piropo a la mirada de Kim y a la rudeza de Hailey, y que todavía no me decidía por alguna, pero no supe qué les dijo porque tapó la bocina y solo escuché que reían mientras se dirigían a la salida.