P.: ¿De dónde viene la ñ? SCM, Chía.

R.: La ñ nació cuando el español empezó a formarse a partir del latín, lengua en la que no existía esa letra ni su sonido. Los monjes copistas –las personas más capacitadas para leer y escribir en la Edad Media– con el fin de representar tal sonido idearon tres signos: ‘nn’, como en canna (caña) y donna (doña); ‘gn’, como en lignu (leño) y agnus (cordero); y ‘ni, seguido de una vocal’, como en vinia (viña) e Hispania (España). Al no existir normas de escritura, usaban cualquiera de los tres signos o los tres al tiempo, lo que generó caos en los manuscritos. Como la tinta y los pergaminos en los que escribían eran costosos, para ahorrarlos los copistas abreviaban palabras o signos. Para la ‘nn’ optaron por una sola ‘n’ con una rayita encima, y surgió la ñ. Luego, en el siglo XIII el rey Alfonso X, el Sabio, acometió su reforma de la lengua, que fijó el uso de la ‘n’ con la rayita encima para reproducir ese sonido nasal. Otras lenguas romances optaron por distintas soluciones gráficas: el catalán acudió a la ‘n
y’ (Espanya), el italiano y el francés a la ‘gn’ (Espagne, Spagna) y el portugués a la ‘nh’ (Espanha).

P.: Unos amigos, para convidarme a una fiesta, me dijeron: “Vamos a echar un pie”. ¿De dónde viene esa expresión? Héctor Iglesias, Barranquilla.

R.: Viene del habla popular de Puerto Rico de donde pasó a Venezuela, significa “vamos a bailar”. Existe también “con la punta’el pie” para aludir a una forma de baile. Las dos están en canciones, como Pa’l 23, de Ray Pérez (“Oye, mamá, que yo quiero contigo,/ te invito a echar un pie”). O Noche de farra, de Héctor Lavoe (“Vamos a echar un pie/ que quiero bailar”). O dos más, de nombre parecido: Con la punta’el pie, de la Sonora Gloria Matancera (“Que suene…,/ pues tengo ganas de bailar y echar un pie”), y Con la punta’el pie, Teresa de Cortijo y su Combo (“A Teresa…/ que cuando baila conmigo/ lo hace con la punta’el pie”). En su novela Vive y vacila (1986), el puertorriqueño Juan Antonio Ramos dice: “Una mujer puede ser lo más bonito del mundo, pero si no echa un pie en el baile, como que no está completa”.

P.: ¿México hace parte de Centro o de Norteamérica? Ney, Pasto.

R.: Junto a Canadá y Estados Unidos, México ha sido considerado parte de Norteamérica. Informes de gestión de multinacionales relacionadas con el país allí lo ubican. Lo mismo hacen participantes en distintos foros virtuales, en particular los mexicanos. No obstante, mirando el trópico de Cáncer como la línea imaginaria que separa las dos regiones continentales, me da la impresión de que alrededor del 40% del territorio está en Norteamérica y el 60% en Centroamérica. Al entrar a la página web de la ONU, la más grande autoridad al respecto, encontré que en sus ‘Estadísticas sobre México’ sitúa al país en la región centroamericana, lo que genera alto grado de ambigüedad al asunto.

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