Durante el primero encuentro de las Altas Cortes, realizado en Barranquilla, magistradas de Comisión Nacional de Disciplina Judicial alertaron sobre la persistencia de violencias contra las mujeres dentro del propio sistema judicial, e hicieron un llamado urgente a transformar las prácticas institucionales que perpetúan patrones patriarcales en la administración de justicia.
Durante su intervención en un evento dedicado a los derechos de las mujeres, una magistrada recordó que la Corte Constitucional ha reconocido de manera consistente que vivir una vida libre de violencias es un derecho fundamental. Sin embargo —advirtió— ese reconocimiento no siempre se refleja en las decisiones ni en el trato que reciben las mujeres cuando acuden a los despachos judiciales.
“Voy a hacer énfasis en un tema polémico que me puede generar de pronto rechazo. Es la violencia institucional contra las mujeres, de la cual también nosotros podemos ser actores. (...) Cuando administramos justicia, cuando estudiamos los casos y replicamos esos parámetros y esas violencias, cuando reproducimos esa concepción patriarcal del derecho, también podemos convertirnos en actores de violencia institucional”, explicó la magistrada Elka Ruthn Venegas, magistrada de la comisión secional de disciplina judicial de Bogotá.
La togada indicó que el reto no es exclusivamente normativo, sino cultural y estructural dentro del aparato judicial. Señalaron que es responsabilidad de jueces, magistrados y funcionarios revisar las lógicas internas que pueden revictimizar o desproteger a las mujeres que buscan amparo del Estado.
“La reflexión es esa: nosotros podemos transformar el derecho. Podemos lograr que la vida de las mujeres —no de nosotras, que somos unas privilegiadas— sino la vida de las mujeres de los territorios, de las víctimas de desplazamiento, de violencia sexual o intrafamiliar, realmente cambie”, concluyó.
Por su parte, María Victoria Quiñones, magistrada del Tribunal Administrativo del Magdalena, señaló: “en realidad hablar de tema de género de manera pública es un poco complicado, porque a veces como jueces contenciosos, administrativos, podemos manejar dos visiones”.
“Y claramente, por un lado tenemos claro que el género no es una moda, no es un anexo interpretativo, es un deber constitucional y una brújula ética, pero nos cuesta mucho pensar cuando nosotros estamos no en un área del derecho como en el civil o en el penal o en el laboral o en familia, que es ver que es horizontal, donde hay dos partes y se esconde la más débil, a diferencia de cuando estamos vigilando o decidiendo en asuntos contenciosos donde está el Estado, allá arriba, con una presunción, con una prerrogativa, con unos actos administrativos que tienen una presunción de legalidad, y entonces nos preguntamos en realidad cómo podemos nosotros, al ejercer el derecho administrativo poder quitar todas esas prerrogativas y hablar de enfoque de género. Porque sabemos que el derecho administrativo de manera histórica ha sido construido sobre unas afirmaciones de neutralidad, de legalidad y de técnica y por eso para los jueces a veces es difícil o pareciera un poco ajeno o más difícil aplicar ese enfoque. Y llegamos obviamente a la conclusión que el Estado no es neutro, que el Estado tiene sesgos, que reproduce desigualdades y que sus normas muchas veces invisibilizan a la mujer”, agregó.
A su turno, Claudia Rocio Torres, magistrada magistrada de la comisión secional de disciplina judicial de Antioquia, apuntó: “el hecho de que esté en el caso una mujer sea como víctima o como victimaria, pues per se no conlleva a considerar que hay por ese solo hecho o circunstancia un caso en donde podamos determinar que estamos frente a perspectiva de género con enfoque diferencial”.
“Hay muchas aristas o hay un mapa conceptual, flexibilidad de la prueba, defecto fáctico por indebida valoración de la prueba, diferencia entre sexo y género, de alguna manera también combatir los estereotipos, considerar las asimetrías de poder, en fin, es toda una serie de circunstancias, aspectos que deben considerarse al momento de abordar el asunto”, concluyó.





















