Se puede decir que con la construcción del Malecón del rio, Barranquilla la sacó del estadio como se dice popularmente por ser algo grandioso.
Esta obra emblemática ha hecho feliz a grandes y chicos, propios y extraños. Se ve la cara de felicidad de los visitantes. El que viene a nuestra ciudad, sea nacional o extranjero queda maravillado con esta mega obra.
El tener a la vista el majestuoso río Magdalena, las aves marinas y las bellas instalaciones es algo reconfortante.
Se podría ver la posibilidad de vender alimentos para las aves los fines de semana, que son los días más concurridos por los niños, quienes más gozan de alimentar a los animales.
Capítulo aparte merece al mantenimiento de las barandas de seguridad del río, ya que la tornillería es de acero al carbón y la vida útil de este material es muy precaria y ya se puede apreciar el deterioro de dichas piezas lo cual representa a futuro un peligro para los visitantes
Antonio María Guzmán Garrido