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Los medios de comunicación dieron cuenta del reciente decomiso de abundante licor adulterado que era para la comercialización en los carnavales.

El Carnaval de Barranquilla es el evento folclórico más importante del país, y nada congrega y articula más personas –en términos sociales– que esta fiesta, en donde los barranquilleros y visitantes se sumergen en el goce individual y colectivo.

Pero como fenómeno de las multitudes son muchos los riesgos que deben tenerse en cuenta, y uno de ellos es el de las intoxicaciones, siendo una de las más frecuentes la producida por el alcohol, ya que en esta celebración se hace casi indispensable su consumo, generalmente en exceso o en el uso o el abuso, y unido a ello está el tráfico adulterado del mismo por parte de grupos de inescrupulosos a los cuales no les importa poner en riesgo la salud y la vida de los consumidores con tal de llevarse unos pesos al bolsillo. Esta es una actividad delictiva frecuente en esta época, de difícil prevención y control, lo cual trae graves riesgos para la salud, que además de dañarle la fiesta a las personas les puede causar la muerte o graves secuelas, como dejar ciega a una persona por el resto de su vida.

Por eso en este Carnaval 2018 hay que ponerle cuidado a dicha problemática, y se requiere que nosotros como ciudadanos asumamos a conciencia nuestra propia protección, pues nunca será posible que la Policía garantice un total control de esta actividad delictiva, la seguridad ciudadana debe fortalecerse y ello es factible si concurren la actividad vigilante de las autoridades civiles y policiales y la colaboración y autorregulación de la ciudadanía.

Es una situación muy preocupante, pues asusta y aterra pensar que el licor ‘chimbeado’ esté en los armarios de las tiendas de los barrios de la ciudad y de los municipios del Atlántico, y este es uno de los peores delitos, ya que se convierten en sustancias nocivas que atentan contra la salud y la vida de las personas, y si en el peor de los casos se llega a la muerte se trataría de un homicidio culposo.

Con el fin de prevenir y evitar en lo posible todas estas desagradables consecuencias, insistimos en las recomendaciones que la Secretaría de Salud –tanto Departamental como Distrital– a través de los medios de comunicación (presa, radio y televisión) han venido realizando.

La primera y más importante prevención que se debe tener es con la compra del licor, ya que debemos adquirirlo en establecimientos conocidos y confiables. Además, hasta donde sea posible que tenga su respectivo registro sanitario, ya que los licores que se venden sin este tipo de controles son un riesgo potencial para ser adulterados. Sospeche del licor que tenga un costo mucho menor que el usual en el mercado, puede estar adulterado y es el riesgo de ir por lo más barato que luego tendrá consecuencias muy costosas.

Agustin Guerrero Salcedo